Un escaparate más para luchar contra un viejo y complejo problema: la despoblación. Y una iniciativa más para poner el foco en la verdadera cuestión de fondo: el trabajo. Tan sencillo y tan difícil a la vez. Los pueblos se apuntan a casi cualquier actividad para llamar la atención sobre la problemática del mundo rural e intentar ponerle solución o, al menos, freno. La última, un programa de la Asociación AlmaNatura, un colectivo social implicado en la reactivación rural desde hace años, que ha puesto en marcha la segunda edición de Holapueblo.

Se trata de una iniciativa que conecta a personas con ideas e inquietudes por comenzar una vida en el medio rural con aquellos pueblos deseosos de emprendedores, pero también de nuevos vecinos. La primera edición de este programa se desarrolló en la comunidad de Aragón el año pasado. Se inscribieron 428 personas interesadas en emprender en el mundo rural, 30 de ellas recibieron asesoramiento del colectivo (el proyecto les apoya, acompaña y ofrece mentorización para convertir la idea en realidad) y finalmente fueron siete las que se instalaron en municipios de aquella región para desarrollar su idea de negocio.

En esta segunda edición, la iniciativa se ha extendido a todo el país. Han seleccionado a un total de 70 municipios españoles, entre los que se encuentran cuatro extremeños: tres en la provincia de Badajoz (Valencia del Mombuey, Valle de Matamoros y Bodonal de la Sierra) y uno de Cáceres (La Pesga). Todos ellos cumplen al menos cuatro requisitos básicos: perdieron más de un 5% de población entre 2013 y 2018, la capital de provincia más cercana está como máximo a una hora de camino y cuentan con consultorio médico y colegio público.

OTRAS INICIATIVAS / Amén de las administraciones, esta es una iniciativa más a la que se aferran los pueblos para frenar la despoblación y acabar con esa idea de que en una zona rural hay poco que hacer. Pero no es la única. Otras asociaciones como Coceder (Confederación de Centros de Desarrollo Rural) ha impulsado bancos de casas y tierras para facilitar viviendas y parcelas a nuevos pobladores. El proyecto se llama Volver al Pueblo, en Extremadura lo gestiona el Centro de Desarrollo Rural Cerujovi y han conseguido algunos casos de éxito. «La gente sigue interesada, pregunta, pero la pandemia ha sido un freno», afirma Raúl Pascual, técnico encargado del proyecto. Las limitaciones para viajar, las reticencias de algunos propietarios al alquiler de sus viviendas, la incertidumbre... han limitado la actividad en este último año.

Desde la Junta de Extremadura también se está trabajando en estos momentos en una estrategia regional que contempla 341 medidas para afrontar el desafío demográfico y que, según aseguró el pasado martes, se presentará a los agentes sociales y económicos de la comunidad próximamente. También están ultimado la Ley de Medidas Frente al Reto Demográfico y Territorial en Extremadura.

El desafío por delante es tal que ninguna iniciativa sobra cuando se trata de mantener e impulsar la población en el mundo rural. Tres cuartas partes de los municipios de Extremadura, pero también de Castilla y León, Asturias, Aragón, Galicia y Castilla-La Mancha, han perdido población en las últimas dos décadas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

BODONAL DE LA SIERRA

«La extensión del teletrabajo es una oportunidad para nosotros»

«Hay que aprovechar el tirón de la pandemia, que ha puesto en evidencia que en los pueblos pequeños es más fácil el control. Hemos tenido muy pocos casos y tenemos la gran suerte de respirar aire puro», cuenta Lourdes Linares, la alcaldesa de la localidad pacense de Bodonal de la Sierra, con poco más de mil habitantes. Son ventajas, dice, de vivir en municipios con poca población, pero que a la vez ofrecen todos los recursos necesarios para vivir y para trabajar cómodamente. Por eso se apuntaron al programa Holapueblo en cuanto la conocieron.

Como ocurre en muchos otros municipios, en Bodonal no dejan de perder habitantes. «Tenemos mucha población envejecida, la juventud se marcha y las oportunidades para nosotros no son muchas. Así que queremos que se nos ponga al menos en el escaparate, estar en el mapa y se vea que también tenemos nuestros atractivos». La economía local está basada, prácticamente, en la agricultura y la ganadería. «Tenemos un matadero en la zona y ahí trabaja mucha gente joven. Ahora también están construyendo una fotovoltaica, pero nos faltan infraestructuras, negocios y empresas grandes», señala la alcaldesa.

También falta gente (llegaron a ser más de 3.000 vecinos en los años 60) que ocupe muchas viviendas que están hoy en día cerradas y vacías. Pero Linares confía en que alguien pueda interesarse ahora por el municipio. «El teletrabajo es una oportunidad que nos ha brindado la pandemia. Y por más que las ciudades ofrezcan mucho más, aquí también tenemos recursos de ocio, por ejemplo, e incluso más cerca quizás que si vivieras en una ciudad. En el pueblo no tenemos gimnasio, pero hay uno a cinco minutos de aquí, en Fregenal. Y lo mismo pasa con el cine, lo tenemos en Zafra a cuarenta minutos.... Aquí hay que coger el coche, pero en una ciudad necesitas también moverte en metro o autobús».

LA PESGA

«Tenemos que estar en los escaparates»

«Los pueblos no estamos para rechazar las oportunidades que nos llegan, por eso nos llegó la iniciativa de Holapueblo y decidimos participar. Que los emprendedores sepan que aquí cuentan con nosotros», apunta Jaime Viejo, concejal del municipio cacereño de La Pesga. «Las expectativas de futuro son complicadas, como las de todos los pueblos que nos encontramos más o menos en la misma situación, pero también tenemos nuestras ventajas y eso es lo que se intenta difundir». Entre ellas destaca la naturaleza y también que la pandemia de covid-19 esté pasando de largo: «podemos estar contentos porque apenas hemos tenido dos casos».

La Pesga supera los mil habitantes, «a largo plazo nos vamos manteniendo», pero la tendencia es decreciente. El municipio vive prácticamente del olivo. La agricultura y la ganadería son las principales fuentes de ingresos, aunque recientemente, antes de la llegada de la pandemia, comenzaba a despuntar el sector turístico en la localidad. «Estamos en una zona muy bonita, en la comarca de Trasierra, colindante con Las Hurdes. Esperamos que vuelva con fuerza el turismo rural», ansía Viejo. De la iniciativa de Holapueblo se encarga la Agente de Empleo Local, Elena Miguel. Cuenta que el proyecto de Alma Natura les pareció interesante, presentaron su solicitud y fueron uno de los 70 municipios escogidos en el país y el único de la provincia de Cáceres.

«Había que cumplir ciertos requisitos, como no tener mucha población (el máximo debe ser 1.500 habitantes) y contar con unos servicios mínimos. Recursos tenemos, pero hay que estar en el escaparate», cuenta. Ahora ya solo les queda esperar, que alguno de los emprendedores con los que trabaja la asociación nacional se interese por La Pesga y el municipio pueda sumar al menos un vecino más. «Ojalá que eso pueda suceder».

VALENCIA DEL MOMBUEY

«Aquí hay recursos para emprender»

Valencia del Mombuey tiene unos 740 habitantes en la actualidad. «Nos venimos manteniendo en esa cifra más o menos en la última década, pero la gente es cada vez más mayor y los jóvenes se nos marchan», explica el alcalde de la localidad, Manuel Naharro. Por eso él cree que «hay que luchar con todas las herramientas contra la despoblación». Y participar en el programa Holapueblo, que conecta emprendedores con municipios de toda España, es una de esas herramientas que tienen a su alcance.

«Hemos visto que tiene visibilidad, parece un programa atractivo que en su primera edición ha conseguido encontrar emprendedores para algunos pueblos de Aragón, y decidimos participar. Aquí tenemos recursos para la gente que quiera emprender. Tenemos mucho que ofrecer», añade.

¿Cuáles son sus bazas? «Tenemos los servicios básicos, terreno industrial, naves y una finca comunal de 5.600 hectáreas, propiedad del ayuntamiento, donde se pueden desarrollar actividades ganaderas, turísticas... Es cierto que nos pueden faltar las opciones de ocio que tienen otras localidades más grandes, pero siempre está la posibilidad de desplazarse; en 45 minutos estas en Badajoz».

En este municipio de la provincia de Badajoz, la población vive básicamente gracias a la ganadería, a varias empresas de carpintería metálica y al comercio, por su posición fronteriza (está ubicado en la Raya). Y está abierto a facilitar otro tipo de actividades que generen vida y riqueza a la localidad. «Con la pandemia se ha demostrado que no se necesita la presencialidad para trabajar en cualquier lugar; el teletrabajo es una realidad y aquí tenemos además una mayor calidad de vida», apunta Naharro, que añade, además, que han estado libres de covid casi 10 meses.