En España y los países europeos se registran apenas uno o dos casos al año por cada 100.000 habitantes. En zonas de Asia y América del Sur existen variantes que afectan con mayor incidencia al hombre, produciendo graves lesiones cutáneas (en India se conoce como Kala-azar). La posibilidad de contagio es escasa, casi nula. Solo se transmite a través del mosquito, aunque algunos investigadores aseguran haber registrado casos por agujas infectadas.