Aún es pronto para ver reflejados cambios en la región tras el cambio de Gobierno. Este la opinión que prima entre los extremeños cuando hacen balance de los primeros cien días de Gobierno de Guillermo Fernández Vara, si bien es cierto, más de la mitad de los vecinos de la región opina que la situación económica se aleja de ser favorable. Según los datos extraídos del barómetro el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras las últimas elecciones, el 57% de los extremeños considera que la economía es mala y muy mala.

De acuerdo a este sondeo, elaborado con testimonios de 699 personas de 58 municipios entre el 27 de mayo y el 23 de junio, tan solo un 5% cree que la situación económica de Extremadura es buena y un 0,1% muy buena, mientras que un 39,5% considera que es regular.

Los encuestados aplauden medidas como la apertura de los Puntos de Atención Continuada (PAC) y coinciden con las peticiones al nuevo gobierno y sitúan la sanidad, la educación, la creación de empleo y la vivienda como prioridades.

Con respecto al futuro de sus empleos, 69,6% de los encuestados considera nada o poco probable que en el próximo año pueda perder su puesto de trabajo. En contraposición, un 26,1% reconoce que lleva más de tres años en paro y el 57,3% no percibe prestación o subsidio alguno. Menos optimistas son con las probabilidades de encontrar trabajo en los próximos doce meses. El 21,6% lo ve bastante probable. el 33,9% lo cree poco probable y el 28,7% nada probable.

Los extremeños valoran también la actuación del gobierno de José Antonio Monago y el 31,6% afirma que la gestión fue mala y un 40,1% que fue regular, mientras que para el 18,9% de los encuestados fue buena y para el 8,7% muy mala. En relación a estos datos, un 43,9% asegura que si hubiese sido el PSOE el que hubiera gobernado entre 2011 y 2015 lo hubiera hecho igual, el 22,2% que habría sido mejor y el 15,7% que peor.

Por último y en cuanto a las diferentes alternativas de gobierno, dado que ningún partido ha alcanzado la mayoría absoluta en Extremadura, el 37,5% que prefiere un gobierno en solitario del PSOE frente al 24,6% una coalición con Podemos.