El mecanismo del comercio de emisiones ha suscitado numerosas críticas y temores en varios sectores, principalmente entre los colectivos ecologistas, que aseguran que el mal uso y abuso puede suponer un peligro grave. De momento, la valoración que realizan colectivos como Greenpeace o Adena del plan presentado por el Gobierno es moderada, aunque sí reconocen que se trata de un paso adelante para empezar a combatir el cambio climático. En cuanto a las reacciones sectoriales, fuentes de Endesa han señalado que el plan es razonable y cubre las necesidades. Desde el sector cerámico entienden que no se pondrá en peligro la competitividad y el futuro de la industria azulejera. La patronal siderúrgica, por su parte, insiste en que el plan es ambiguo. La patronal del cemento advierte de que no se han asignado todos los derechos necesarios para el sector y la Asociación de Operadores de Productos petrolíferos incide en que los derechos asignados a la actividad de refino de petróleo son muy ajustados.