El viento que azotó ayer Extremadura, que en algunos puntos del día llegó a alcanzar rachas de hasta 90 kilómetros por hora, causó importantes daños materiales en varias zonas de la comunidad. El Centro 112 activó el nivel de alerta naranja ante el empuje de este fenómeno meteorológico que finalmente no vino acompañado por fuertes lluvias, aunque sí por la nieve que retornó a las cumbres de las sierras del norte extremeño ya entrado el mes de marzo, después de las grandes nevadas que cayeron en los meses previos.

Las rachas de viento impulsadas por el temporal que afecta a toda la península, y que mantiene en alerta a todas la comunidades españolas --excepto Canarias-- y a Portugal provocaron la caída de ramas, afectaron a cornisas y tejados de edificios, así como a chapas y cristales de edificios en obras. Los vehículos fueron sin duda los más afectados, ya que sufrieron daños varios de ellos en incidentes registrados en distintas localidades.

En Mérida, el viento arrancó una de las cubiertas del aparcamiento del centro comercial Carrefour, causando daños a una decena de vehículos pero sin causar ningún herido. La imagen de la marquesina caída demuestra que fue un auténtico milagro que ninguna persona resultara herida ya que la techumbre de esta zona del párking se desplomó completamente, según manifestaron testigos presenciales. Uno de ellos comentó: "Serían las doce del mediodía, yo salía de comprar cuando vi como la cubierta se dio la vuelta por completo y cayó sobre los coches".

Desde la empresa no quisieron hacer declaraciones a los medios de comunicación, mientras que algunos de los afectados se preguntaban cómo van a ir a su trabajo si no tienen coche. Lo cierto es que las compañías aseguradoras del centro comercial se encargarán de correr con los gastos de las reparaciones que sean necesarias, informa Pedro Cabecera.

En Badajoz, los bomberos tuvieron que realizar más de una decena de salidas a causa de los