Están señalizados y siguen suponiendo cerca del 20% de las sanciones de tráfico. Los veinte radares fijos instalados en las principales carreteras de la región, cuya legislación obliga a su señalización varios metros antes, pillaron a 19.298 conductores por exceso de velocidad durante el año pasado. Se trata de un elevado número de denuncias teniendo en cuenta que es un dispositivo anunciado en la propia vía. Pero esta cifra resulta más sorprendente sobre todo si se compara con el número de infractores sorprendidos a una velocidad superior a la permitida por los radares móviles, que no tienen la obligación de estar señalizados, y que en ese mismo año, el 2008, superó las 23.170 denuncias. Un compendio no muy alejado del anterior, que pone de manifiesto principalmente la escasa atención que el conductor pone en la carretera.

Sin duda, culpa de la "distracción". Y "ahí está el verdadero peligro", asegura la directora de la Jefatura de Tráfico de Cáceres, Cristina Redondo. "Conducimos distraídos y ese es el mayor riesgo", sin prestar al volante la atención necesaria. Y los datos lo están demostrando, porque lo que es seguro es que nadie quiere perder puntos de su carnet ni dinero de su bolsillo. Detrás de esta causa, la escasa atención a las indicaciones, está probablemente el exceso de confianza en la vía y la conducción.

DESCUIDOS AL VOLANTE En la misma línea que Redondo, se expresa su homólogo en Badajoz, Antonio Marín, ante esta llamativa cifra de denuncias efectuadas a través de los radares señalizados. Para él, el alto incremento de sanciones emitidas por los aparatos fijos se debe a que "la gente se descuida y los conductores no van lo suficientemente atentos a las indicaciones", explica Marín, que aporta otras causas a este índice: el exceso de tráfico diario que soportan las carreteras.

Y no es para menos, ya que el parque móvil en Extremadura ha aumentado un 35% en diez años. Así, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico correspondientes al año 2007, en la región circulan 704.592 vehículos, entre los que se incluyen camiones y furgonetas, turismos, motocicletas, autobuses, entre otros, frente a los 469.119 que había una década antes. A nivel nacional la cifra supera los 30 millones de vehículos, un número que casi dobla a la población del país. Por provincias, por cada mil habitantes en el 2007, 650 tenían vehículos en Badajoz y 665 en Cáceres.

En cuanto a los excesos de velocidad registrados por los radares de la región, por provincias el caso más llamativo es el de Cáceres, donde 8.000 denuncias fueron tramitadas por los controles de velocidad señalizados y 8.500 por los móviles que se instalan de forma esporádica en diversos puntos de la provincia cacereña. Un número similar que no hace más que evidenciar las teorías de los sendos jefes provinciales de tráfico: la distracción al volante. Estas suponen el 36% de las denuncias totales registradas en el 2008, unas 45.000.

En el caso de Badajoz, de las poco más de 64.069 diligencias de tráfico emitidas durante el pasado año, a través de los aparatos de medición fijos se registraron 11.298 denuncias, frente a las 14.674 efectuadas gracias a los radares móviles, según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico.