Hace diez años que el SES desarrolla el programa de detección precoz del cáncer de mama en la región. Una de las mejores herramientas para salvar la vida de más de un 90% de las mujeres que sufren esta enfermedad, al ser detectado en una fase inicial y disminuir su incidencia.

Dos unidades móviles se desplazan desde entonces por los municipios más pequeños de la región y miles de mujeres acuden a ellas a hacerse mamografías, el primer paso para la detección. En las ciudades se citan a las mujeres en las nueve unidades que hay en los hospitales. En el último examen que el SES hizo a las mujeres de 50 a 69 años y de 40 a 49 con antecedentes de cáncer, 76.017 se sometieron a una mamografía de las poco más de 100.000 citadas. Es lo que se llama ruta de cribado, que dura dos años. De este total 3.566 tuvieron que realizarse una segunda prueba complementaria y solo 246 de los casos manifestaron criterios de malignidad, pero esto no confirma el cáncer. Así lo explicó ayer la responsable de programas de detección precoz del SES, Rosa López. "La mayor incidencia se presenta en las mujeres de 50 a 60 años", señala.

No hay duda de que el diagnóstico precoz ayuda a salvar vidas, pero la mujer que se somete cada año, cada dos en Extremadura, se expone a una radiación en cada mamografía, que excepcionalmente, al azar, puede provocar cáncer o leucemia --efecto estocástico-- y a la angustia que les produce tal citación. ¿Beneficio o perjuicio? Un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute y un folleto divulgativo firmado por Gotzsche asegura que "si 2.000 mujeres son valoradas regularmente durante 10 años, solo se evitará la defunción de una mujer por cáncer de mama".

Según el doctor Fernando García Urra, oncólogo en el Hospital Infanta Cristina, "es mayor el beneficio que el perjuicio de una posible radiación, aunque está claro que cuanto menos radiación mejor, pero si hemos logrado detectar 10 o 15 casos en una etapa temprana, se ahorra tratamiento y el beneficio es mucho mayor", explica. No es frecuente la formación de tumores por el efecto estocástico, pero es más frecuente en el caso radiación a altas dosis en algunos tratamientos, favoreciendo la aparición de segundos tumores, dice.

Pero aún hay más. "De esas 2.000 mujeres valoradas de forma regular, diez estarán sanas y serán diagnosticadas como pacientes". "Ese en nuestro mayor riesgo", apunta el doctor. Algunos de estos casos podrían deberse a la disolución del cuerpo de posibles tumores iniciales que el propio organismo acaba matando, explica de forma coloquial, "pero esto son solo hipótesis y no hay nada demostrado". De todas formas asegura que no se comienza un tratamiento hasta la confirmación de una biopsia. "Si sigo esa teoría no voy a esperar a ver que hace el cuerpo".