El PP no se fía de Alfredo Pérez Rubalcaba porque su biografía reúne "muchos puntos oscuros". Ese fue el mensaje que lanzó ayer Mariano Rajoy cuando, tres horas después de conocerse el ajuste de Gobierno, compareció en Vitoria para dar su opinión. El líder de la oposición e interlocutor de José Luis Rodríguez Zapatero en el proceso abierto tras el alto el fuego de ETA, vaticinó que el nombramiento dificultará "el entendimiento" con el Ejecutivo.

Rajoy rehusó profundizar en los argumentos de su desconfianza hacia Rubalcaba amparándose en un "ustedes ya me entienden". Tampoco quiso ahondar en los objetivos que puede perseguir Zapatero con los cambios en el Ejecutivo, aunque admitió con ironía que a Rubalcaba no le han dado el cargo pensando "en las competencias de tráfico".

ELOGIO La crisis le sorprendió a Rajoy camino de la capital alavesa, donde participó en un encuentro con su grupo parlamentario vasco después de asistir a la salida de la penúltima etapa de la vuelta a Euskadi.

El líder del PP puso el mismo interés en ponderar la figura de Bono que en denigrar la de Rubalcaba. De hecho, atribuyó la salida del ministro de Defensa a la lógica de sus "discrepancias" con Zapatero.

Aseguró que Bono llevaba "mucho tiempo" manifestando su disconformidad con el presidente, y llegó a situar en el nuevo Estatuto catalán la causa del abandono del ministro que defendía "la unidad nacional y la igualdad de los españoles".

También arremetió contra Zapatero por destituir a la responsable de Educación y mantener, sin embargo, la ley de educación aprobada el jueves. Con José Antonio Alonso se mantuvo cauteloso tras reconocer que el PP se puede "entender" con él. El portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, y su segundo, Vicente Martínez Pujalte, fueron más precisos, informa Raimundo Castro. Ambos vincularon a Rubalcaba con los GAL. "Aquí sí que hay pasado", dijo Zaplana aludiendo a los protagonistas de la guerra sucia contra ETA. Pujalte añadió que Rubalcaba genera desconfianza porque fue ministro portavoz del Gobierno "en los años más duros" de los GAL.

El líder de IU, Gaspar LLamazares, criticó que Zapatero no haya hecho una reorganización más profunda que afecte directamente a las políticas sociales del Ejecutivo. Se mostró comprensivo ante el hecho de que el presidente haya puesto a Rubalcaba --de quien dijo que es "el capitán de la política antiterrorista" del PSOE-- al frente de la negociación, pero le reprochó que los cambios no alcancen a las áreas de Economía y Trabajo.

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