Mariano Rajoy emprendió ayer el camino hacia la Moncloa con un respaldo abrumador de la junta directiva nacional del PP --sólo se podía votar al candidato o en blanco y obtuvo 503 de los 504 votos-- y la reafirmación de que no es necesario reformar los estatutos de autonomía para alcanzar más autogobierno. José María Aznar, muy emocionado, se secó alguna lágrima al presentar a su sucesor. El nuevo líder alardeó de no tener enemigos en su partido y reclamó la ayuda de todos los dirigentes para ganar en el 2004.

La continuidad con la política de Aznar quedó clara en la primera declaración de intenciones de Rajoy. "No veo razón para cambiar", afirmó en referencia a la Constitución y los estatutos, al tiempo que defendió la unidad de España, "cuyos nacionales son los (europeos) que más tiempo llevan viviendo juntos".

PETICION AL PSOE

Aunque aceptó que la Constitución "no es intocable", Rajoy dejó claro su compromiso de no abordar cambios ni en ella ni en los estatutos. Y pidió al PSOE que diga con claridad que el actual Estado de las autonomías, "es una realidad estable que no precisa de ninguna reforma sustancial".

Con un lenguaje medido, Rajoy rechazó los postulados de PNV y PSOE, que "rompen unilateralmente" con el modelo constitucional, con el que "no se debe jugar". Esto es lo que hacen, dijo, los nacionalistas vascos, "aprovechando el fenómeno terrorista", y los socialistas, "inventando fórmulas para resolver los problemas de partido".

A las 13.45, Aznar, presidente del PP, aunque ahora sin funciones, comunicó a la junta directiva el apabullante resultado de la votación del sucesor y nuevo secretario general del partido. Un respaldo superior incluso al que obtuvo Aznar en 1989, que fue de 211 votos de los 216 emitidos.

Además, Rajoy marcó su estilo en una primera intervención a puerta cerrada poco después de que Aznar le presentara como su sucesor. "Nunca he tenido ningún problema serio con nadie y, si lo he tenido, no me acuerdo y, por tanto, no lo he tenido; y el que lo haya tenido estoy seguro de que tampoco lo recuerda. Aquí hay sitio para todos", dijo.

Ya en público, elogió a quienes han competido con él para suceder al presidente del Gobierno. De todos ellos --citó expresamente a Rato, Mayor y Arenas-- destacó la "grandeza, renuncias, señorío, patriotismo y elegancia".

LAS VIRTUDES DEL SUCESOR

Aznar, por su parte, pidió al PP que se ponga detrás de Rajoy, para que no le falte "colaboración, lealtad y confianza". Añadió que éste era "un relevo con todas las consecuencias". Calificó de "decisión acertada" la designación del candidato, de quien destacó su "responsabilidad, capacidad de trabajo, tenacidad, dotes de organización, rigor y serenidad". "Ha dejado claro que es una persona en la que se puede confiar".

El líder del PSOE llamó a Rajoy para felicitarle por la elección.