Los médicos expertos en Sida consideran que la Seguridad Social debería incluir entre sus prestaciones sanitarias las operaciones de cirugía estética que muchos pacientes necesitan debido a las graves alteraciones físicas que sufren por la lipodistrofia. Se trata de una enfermedad que provoca la desaparición de la grasa en zonas de la cara, los brazos, los glúteos y las piernas, principalmente. Esta intervención no está en el catálogo de la sanidad pública y sólo se puede acceder a ella a través de la sanidad privada, donde alcanza un coste de ente 1.200 y 2.400 euros.

Agustín Muñoz Sanz, profesor titular de Patología Infecciosa de la Universidad de Extremadura y jefe de la unidad del mismo nombre del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, ha sido el encargado de elaborar un primer documento de discusión al respecto, actualmente en manos del Plan Nacional sobre el Sida. Muñoz Sanz explica que el objetivo es "sensibilizar" a todos los ámbitos que tienen relación con el sida para que después "llegue al foro político, al Consejo Interterritorial de Salud".

PRESTACION PUBLICA Y es que es allí "donde se tiene que discutir la demanda de profesionales y pacientes de que un efecto secundario muy importante de la medicación como la lipodistrofia --un problema subyacente que modifica la imagen del paciente y causa importantes problemas-- sea atendido desde el punto de vista económico por la Seguridad Social". Hasta el momento no lo están, y tanto los médicos como los enfermos reclaman "que sea una prestación más" del sistema.

Muñoz Sanz señala que la lipodistrofia "modifica de tal modo la apariencia física de un enfermo que éste tiene problemas psicológicos muy importantes en todos los ámbitos, de autoestima, de relación con los amigos, en la sociedad, en el trabajo...". De hecho, en los casos graves "no pueden ni ir a la playa o ponerse un bañador". Aunque de momento no tiene cura, sí se puede actuar. Se trata de una operación de cirugía estética, con una nueva sustancia, el new-fill ,"que se utiliza para rellenar y, aunque no es definitivo, mejora el aspecto del paciente durante unos años".

PROBLEMA AÑADIDO El médico del Infanta Cristina, uno de los mayores expertos del país en este campo, recuerda que esta dolencia "es un problema secundario a la infección y/o al tratamiento", por lo que entiende que así como se asisten otros efectos secundarios como la pancreatitis, debe atenderse.

Como explica el documento elaborado por el experto extremeño por encargo del Plan Nacional del sida, no se conoce el origen de la lipodistrofia, aunque se maneja la hipótesis de que se debe a "una compleja suma de factores" que pasan por el propio virus, algún componente genético y el efecto de los medicamentos. Aproximadamente el 50% de los pacientes con VIH sufren este problema.

Hasta la fecha se ha abordado esta enfermedad desde distintos puntos de vista y se ha intentado frenar cambiando la medicación "con resultados muy pobres", usando nuevos fármacos e incluso a través de hormonas. Sin embargo, la única solución real está en las técnicas de cirugía estética reparadora. Muñoz Sanz reconoce que no hay una técnica estándar consolidada, que tiene un alto coste económico y que incluso estas intervenciones podrían ser utilizadas de forma "inapropiada" por algunos pacientes, pero tiene claro sus beneficios, sobre todo psicológicos.

Por todo ello, el documento propone "que el sistema público de salud asuma el tratamiento reparador como medida terapéutica paliativa que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes". El siguiente paso, que el Plan Nacional sobre el Sida traslade el texto al Consejo Interterritorial de Salud para que allí sea debatido.