Con el mismo esfuerzo, tesón y urgencia con el que los bomberos y auxiliares forestales trabajaban el pasado mes de julio para sofocar las llamas que durante varios días arrasaron 3.000 hectáreas en la comarca de Las Hurdes y que dejaron atrás una de las imágenes más desoladoras de la naturaleza, ayer una veintena de operarios se dedicaban de lleno, protegidos con trajes especiales y cascos, a las tareas de restauración forestal y lucha contra la erosión que se iniciaron el 3 de septiembre y finalizarán el próximo 7 de diciembre. Esta cuadrilla de operarios es una de las muchas que forman parte de los más de 100 trabajadores de las 12 empresas que están inmersas en los trabajos que costarán 3.895.707 euros.

"Cortar el árbol quemado, eliminar las ramas y cortar el tronco son los pasos a seguir", explica uno de los operarios mientras retira un grupo de ramas. Después, se llevará a cabo la construcción de barreras que eviten, en la medida de lo posible, la pérdida de suelo fértil que pudiera generar las primeras lluvias. Dos líneas de trabajo que estos días pueden verse desde la carretera Ex-204 en la comarca de Las Hurdes. Mientras, y a la espera de que las 3.000 hectáreas vuelvan a recuperar su estado anterior, conscientes de que deberán de pasar muchos años, hoy los habitantes y los turistas podrán seguir disfrutando de las 47.000 hectáreas restantes que hoy por hoy son la gran joya de unas Hurdes que ayer recibió los piropos del presidente. Sigue siendo tan hermosa y tan bella como siempre".