La sequía que castiga desde hace meses a la región no tendrá, de momento, consecuencias en los cultivos de regadíos. Según los responsables de las dos cuencas de la región, el volumen de agua embalsada en las reservas asegura no sólo el abastecimiento humano, sino también el suministro a los cultivos.

De este modo, en la cuenca del Tajo se da por hecho que, incluso si la sequía se prolonga durante meses, hay agua para un año. En la del Guadiana la situación es más favorable, y permitiría aguantar entre dos y tres años.

Esta situación favorable se debe a la gran capacidad de embalse de las cuencas extremeñas, y al hecho de que en los meses anteriores a la sequía se pudieron acumular reservas suficientes para afrontar lo que suceda a medio plazo sin problemas de abastecimiento.