El mundo de las finanzas, la política, la cultura y la más nutrida representación de la sociedad extremeña se dieron ayer cita en la inauguración oficial de la sede institucional de la Caja de Ahorros de Extremadura, considerada actualmente, en palabras del presidente de la Junta, como "la primera institución financiera de la comunidad autónoma". Y para albergar esta sede corporativa de vanguardia se ha escogido el edificio más emblemático y simbólico del patrimonio histórico y cultural de Cáceres: el palacio de Mayoralgo, edificio medieval de 5.000 metros cuadrados que ha sido adaptado y rehabilitado por el equipo de arquitectos dirigidos por José Fernández Salas.

Fue precisamente en este lugar cuando, en 1906, se celebró el primer consejo de administración de Caja Cáceres, embrión de Caja Extremadura. Casi un siglo después, la entidad escoge este mismo palacio para crear no sólo una sede sino un espacio cultural para disfrute de la sociedad extremeña.

El acto celebrado ayer sirvió para volver a poner sobre la mesa la aspiración de Cáceres de convertirse en Capital Europea de la Cultura en el año 2016. La apertura de este inmueble servirá, pues, de acicate en la carrera por este título, como destacaron el alcalde José María Saponi y el presidente de la entidad Jesús Medina.

Rehabilitación

Pero, además, la recuperación del Mayoralgo supone un impulso a la rehabilitación de la ciudad monumental. El propio alcalde recordó que "no es bueno que los cascos históricos se conviertan en museos" y alabó el compromiso cultural de la entidad así como la obra de rehabilitación, a la que calificó de "escrupulosidad exquisita".

Fue en 1320 cuando Blasco Muñoz ordenó construir este palacio. Los problemas sucesorios le obligaron a constituir un mayorazgo. Su familia, tras una corrupción fonética del pueblo llano en torno a este término, pasaría a ser conocida como la de los Mayoralgo. Desde entonces ocuparon el inmueble, convirtiéndose en el palacio de la ciudad que más tiempo ha sido habitado por el mismo linaje.

En julio de 1937 un bombardeo de la guerra civil lo dañó seriamente. En 1992 se produce la venta al Ministerio de Economía hasta que en 1999 lo adquiere la caja en condiciones de franca decadencia.

¿Qué ha hecho la entidad en este palacio del medievo? Convertirlo en la catedral de las finanzas y conservar intactas la belleza de sus formas. Entre las dependencias resalta el patio donde aparecieron restos romanos, secuencia extrapolable a los orígenes de la ciudad. Pero hay otros elementos singulares como la adaptación de la bajo cubierta o el patio mudéjar que sirve de vestíbulo. A ello se unen piezas de gran valor: una mesa adquirida en Londres y usada por un banco inglés del XIX o cuadros de destacados pintores costumbristas de Extremadura. Granito extremeño, alfombras de la Real Fábrica de Tapices y madera de cedro, la misma que se usó en el palacio de Salomón, componen sin duda el mejor regalo medieval para el 2016.