Los extremeños se sumaron anoche a las cientos de ciudades españolas que gritaron por la «emergencia feminista». Un mensaje de SOS que busca visibilizar sobre el incremento de la violencia machista en los últimos meses. «¡Basta ya!», suplicaron los colectivos de la región al mismo tiempo que levantaban sus móviles y liternas inundando las calles de luces violetas.

Celo malva repartieron en las escaleras del ayuntamiento cacereño para todo el que quisiera que su teléfono iluminara el entorno de color lila. Con algo de retraso se concentraron más de 500 personas anoche en la plaza Mayor, entre las que se encontraban colectivos como la Plataforma de Mujeres por la Igualdad de la ciudad o la Asamblea Educativa de Cáceres, sindicatos, miembros del Gobierno local y del autonómico, diputados nacionales y demás instituciones. Todos con el mismo fin: pedir medidas efectivas contra la violencia hacia las mujeres. De espaldas al ayuntamiento, también iluminado de violeta, leyeron un manifiesto que recogía los datos de las últimas víctimas por agresiones machistas. La lectura comenzaba así: «La emergencia se decreta en casos de perturbación de la paz de un Estado, como consecuencia de graves circunstancias que afectan o impiden la vida normal de una comunidad. ¿Es normal que durante el mes de julio haya sido asesinada una mujer cada dos días?». También recordaron que el número de mujeres asesinadas asciende a 1017 desde 2003 y una de las asistentes hizo hincapié en la falta de Gobierno. «La luz violeta que hoy inunda las calles, alumbra nuestros pasos», zanjaba el manifiesto. Informa: Celia Gálvez Núñez.

Mérida fue otra de las ciudades extremeñas que anoche se tiñó de violeta para denunciar la violencia machista. Unas 300 personas iluminaron el Puente Romano de morado con sus teléfonos móviles y formaron una cadena humana en señal de denuncia y repulsa a todas las violencias que las mujeres sufren a diario. No hubo lectura de manifiesto ni pancartas, tan solo las luces violetas ondeando en el horizonte. A la concentración de la capital extremeña acudieron concejales del PSOE y como es habitual, miembros del Gobierno y diputados autonómicos, entre ellos la consejera de Igualdad y portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña. También estuvo la secretaria general de UGT en Extremadura, Patrocinio Sánchez. El ayuntamiento de Mérida, que se sumó a la convocatoria y apoyó la iniciativa, iluminó de morado la fachada principal del edificio consistorial, la fuente de la plaza de España y el parque de las Méridas del Mundo. Informa: Rocío Entonado.

Entre 500 y 600 personas se manifestaron anoche en Badajoz para reclamar la declaración de «emergencia feminista», convocadas por la Plataforma 8M. La manifestación partió a las 21.00 horas de la plaza de España, con luces violetas en alto, y coreando eslóganes, y se dirigió a la avenida de Huelva, ante la Delegación del Gobierno, donde se leyó un manifiesto. Entre las asistentes se encontraba la delegada del Gobierno y numerosos representantes y miembros de sindicatos y partidos políticos, que se sumaron a la convocatoria de la Plataforma 8M. También Erika Cadenas, de Unidas Podemos, quien manifestó que «reivindicamos la declaración de emergencia feministas, por los asesinatos machistas que no cesan, sobre todos los últimos de mujeres, de niñas, y por el repunte de agresiones sexuales, abusos y acoso».

La declaración de emergencia, dijo, significaría que «como sabemos el pacto de Estado se ha quedado en papel mojado, porque si no se destinan recursos para tomar las medidas necesarias reales y efectivas, y con presupuestos, seguiremos empeorando. Por eso se piden recursos, dejar los discursos vacíos y los minutos de silencio, queremos medidas reales».

La manifestación transcurrió sincidentes salvo que un grupo de jóvenes increpó a los manifestantes desde un edificio en la entrada de la avenida de Huelva. La manifestación respondió con algunos gritos y la policía hizo acto de presencia y la protesta continuó. Siguieron el camino a grito de: «vosotros, machistas, sois los terroristas», «viva, ni una menos queremos» o

«con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca», entre otros, hasta la delegación del Gobierno. El manifiesto, además de recoger cifras de agresiones sexuales, 42 en lo que va de 2019, nueve solo en julio, y recordar las de la Manada, protestó: «éste no ha sido un verano más, no podemos fingir que lo ha sido.../.... Estamos desamparadas, no podemos confiar en la justicia, que sigue siendo patriarcal, en unas instituciones que miran hacia otro lado, en una sociedad espectadora y cómplice». Y concluyó que «exigimos medidas que cambien las estructuras, cambios integrales a este sistema. Erradicar la violencia es una cuestión de Estado, es una emergencia feminista». Informa: Fernando León.

Almendralejo fue la encargada de abrir las movilizaciones con la pancarta «Emergencia feminista. Por todas las víctimas de la violencia de género». Unas 250 personas con linternas o móviles que lanzaban luz violeta gracias a unos «papelitos» de ese color, han iniciado una manifestación en silencio desde la puerta del ayuntamiento hasta el parque de Espronceda, donde leyeron un manifiesto, según informa Efe.