Extremadura registró el mayor incremento porcentual de quejas al Defensor del Pueblo del país --un 731,8%-- en el 2005, según el informe anual publicado por la institución. Los extremeños formalizaron 3.477 demandas en la oficina que preside Enrique Múgica, frente a las 478 del año anterior, convirtiéndose en la comunidad en la que más aumentaron las reclamaciones.

Este aumento resulta especialmente pronunciado en la provincia de Badajoz, donde se presentaron 3.330 demandas, es decir, el 95,77% del total extremeño y una cantidad 14 veces superior a la del 2004 --cuando se registraron 234--. Además, la subida afecta sobre todo al plano de las quejas colectivas, ya que las 3.199 protestas de este tipo formuladas en Extremadura suponen el 92% del total regional.

CONTRA LA REFINERIA La clave de esta situación se encuentra en la "disconformidad con la instalación de una refinería en la comarca de Tierra de Barros" planteada al Defensor del Pueblo por 3.188 vecinos de la zona. Esta reclamación colectiva, que se sitúa entre las que obtienen mayor respaldo de todas las gestionadas por la oficina de Múgica en el 2005, explica el extraordinario crecimiento extremeño.

Sin embargo, en términos absolutos Extremadura ocupa la segunda posición de la clasificación de comunidades por número de quejas, ampliamente superada por Madrid, que con 24.092 representa el 61,37% del total nacional. Por su parte, las reclamaciones extremeñas suponen el 8,86% de las 39.750 que se presentaron en el conjunto del país.

Eso sí, esta posición se sustenta en la elevada cifra de quejas colectivas, ya que si solo nos fijamos en las individuales, la región se desplaza al puesto décimo tercero, con 278 reclamaciones que suponen poco más del 2% de la cifra nacional y un cierto recorte sobre las 319 del 2004.

A estas demandas hay que unir dos procesos iniciados de oficio por el Defensor en Extremadura, ambos relacionados con el campo sanitario. El primero investiga los recursos existentes para el tratamiento de personas con trastornos del comportamiento alimentario y el otro indaga acerca de la atención a pacientes con trastornos del límite de personalidad.

A nivel nacional --ya que no se facilitan los datos regionales-- fueron los hombres quienes cursaron más reclamaciones, que interpusieron 23.971 demandas frente a las 14.014 suscritas por mujeres. En cuanto a la vía de tramitación, la más escogida, con una mayoría que supera el 99% del total, fue la "directa", o sea, remitir las quejas a la Oficina del Defensor del Pueblo por correo ordinario o a través de la página web de la institución.

De hecho, éste ha sido el método que han tenido que utilizar los extremeños para tramitar sus demandas, porque, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades, la región no dispone aún de la figura del Defensor del Pueblo Extremeño . Su creación, no obstante, está prevista en el artículo 52 del Estatuto de Autonomía, de forma que, cuando se haga efectiva, Extremadura se equipará a regiones como Castilla-La Mancha o el País Vasco.

Respecto al estado de tramitación de las quejas individuales o de oficio presentadas ante la Administración autonómica, el Defensor del Pueblo mantiene 17 reclamaciones en trámite y 49 concluidas. De éstas últimas, en 46 casos se demostró que la actuación de la institución investigada era correcta y en los tres restantes ésta subsanó su error.

En el plano colectivo, el departamento de Múgica se ocupa de 3.189 casos aún en trámite, entre los que previsiblemente se cuentan los de los impulsores de la protesta contra la instalación de una refinería en la región. Tal demanda corrobora una de las conclusiones del informe: las quejas colectivas se concentran en el medio ambiente. En cambio, las individuales se dirigen a la Administración económica, la sanidad y los asuntos sociales.