Las deficiencias en la red de distribución de agua supone cada año la pérdida de 22.200 millones de litros en Extremadura, lo que equivale al consumo de la ciudad de Cáceres durante cuatro años. Con este agua que se va anualmente por roturas de las tuberías o por pequeñas filtraciones, que a veces no son detectadas, se podría llenar en un 72% el embalse de Alcántara.

Además, las pérdidas de agua --algo más del 16% del volumen total-- tienen su traducción económica, puesto que se trata de un caudal que ya ha pasado por los sistemas de tratamiento, depuración y potabilización. La estimación del perjuicio económico de las fugas según el coste medio del agua en la región se sitúa por encima de los 12 millones de euros anuales.

Con todo, estas fugas sólo se refieren a la última fase de distribución, la que recorre el subsuelo de los núcleos urbanos. Antes ya se han producido otras pérdidas significativas. Así, la captación total de agua en la región es de casi 17.000 hectómetros cúbicos por año, pero a las estaciones de depuración y potabilización llegan mil menos. Otros dos mil se pierden entre estas estaciones y la red urbana, o se destinan a otros usos antes de entrar en esta red.

AHORRO EN LOS HOGARES Según los datos recién publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y referidos al 2003, en Extremadura se distribuyen anualmente a través de las redes urbanas 13.600 hectómetros cúbicos de agua. De estos, la mitad va a consumo de los hogares, y alrededor de una cuarta parte a las actividades económicas --pequeña industria y comercio--. Los consumos municipales suponen otros 1.500 hectómetros cúbicos, y unos 700 hectómetros cúbicos se incluyen en el apartado de otros usos sin especificar. El resto son las pérdidas ya mencionadas.

En términos económicos, el agua distribuida y que llega a su destino tiene un valor que ronda los 62 millones de euros.

Respecto al consumo doméstico, cabe resaltar que las cifras del INE muestran que se mantiene la tendencia al ahorro iniciada en el anterior periodo medido, el año 2002. Así, los 6.380 hectómetros cúbicos consumidos durante el 2003 suponen cien hectómetros cúbicos menos que en el 2002, y casi 200 menos que el año anterior.

Por contra, se dispara el gasto de agua relacionado con las actividades económicas, que ha crecido en mil hectómetros cúbicos en un solo año. Del mismo modo, crece significativamente el consumo municipal, al incrementarse en 500 hectómetros cúbicos.

USOS AGRICOLAS Otro apartado del estudio alude al gasto de agua en las explotaciones agrícolas, que fue en el año de referencia de 147.000 hectómetros cúbicos. Esto supone que este sector consume casi el 93% del agua en Extremadura.

El cultivo que más consumo presenta son los herbáceos, con casi 80.000 hectómetros cúbicos. En cuanto a los sistemas, priman los denominados de gravedad, que suponen el 84% del gasto en riegos de todo el sector agrario, muy por encima de los sistema por goteo o aspersión.