Del "tremendo error" de los hosteleros al "no tan negativo" de la economía social, los diversos agentes económicos extremeños abren un amplio abanico de adjetivos para definir la subida del IVA a partir de julio. En general, la mayoría se opone a una medida que creen contraproducente ante la crisis, por la posible retracción del consumo. Los empresarios, con comerciantes y hosteleros a la cabeza, son los más críticos, mientras que los consumidores están a la espera de ver si los productos se encarecen y el sector agrario hace una doble lectura (positiva porque ingresarán más, pero negativo porque les costarán más los productos que necesitan).