La temporada de peligro de incendios ya ha comenzado y para intentar frenar la quema de bosques extremeños, la Consejería de Desarrollo Rural proyecta instalar cámaras de vigilancia en "zonas que ya sabemos que las van a quemar" por la frecuencia con la que arden año tras año, según afirmó ayer el consejero de este departamento, Francisco Javier López Iniesta. En los primeros quince días junio, --el plan entró en vigor el día 1 y se prolongará hasta el 15 de octubre--, se han registrado en la región extremeña 93 focos, que han quemado 171 hectáreas, y de los que 29 "ya se sabe que han sido provocados", comentó López Iniesta.

La medida forma parte del cerco que la Junta, en colaboración con la Guardia Civil, va a realizar en prevención de incendios, para la que "ya están en alerta" los 1.300 efectivos del Plan Infoex. Se trata además, indicó, de "perseguir socialmente, no solo judicialmente, al pirómano, al que hay que mirar con malos ojos, porque de un incendio no se beneficia nadie".

Ese plan conjunto empezará a tomar forma el lunes, cuando el Ejecutivo y la Benemérita intensifiquen las investigaciones para evitar el mayor caso posible de focos en Extremadura.

López Iniesta señaló que los 93 incendios han sido atendidos en una media de siete minutos, lo que ha posibilitado que la mayoría no haya sobrepasado "las cinco hectáreas, ni siquiera una hectárea" porque se llega "muy pronto". Esto quiere decir, según el consejero, que el plan "va funcionando", por lo que confió en que "la ciudadanía responda" y que se reduzcan, tras el principio de acuerdo alcanzado con las organizaciones agrarias, las quemas de rastrojos incontroladas, que a pesar de que ahora están prohibidas han producido seis de estos incendios.

Al margen de estas causas, recalcó, hay otros factores determinantes como el origen de los fuegos, tales como los rayos, las líneas eléctricas y los basureros.

CONTRA LOS PIROMANOS Por otro lado, el titular de Desarrollo Rural destacó que aunque sólo se tiene constancia de 29, la mayoría de estos incendios son provocados intencionadamente, por lo que la coordinación con la Guardia Civil se fundamentará en el cruce de datos, comenzar las labores de investigación y ampliar las medidas de seguridad. En este sentido, mostró su preocupación porque "lo triste de todo esto es que en determinadas zonas sabemos que nos van a quemar dentro de unos días" porque "es sistemático, hay gente que no tiene conciencia".

Además, el consejero señaló que estos primeros datos se encuentran "dentro de las estadísticas" porque "los incendios vienen siendo los mismos todos los años", al tiempo que atribuyó "el problema del año pasado" al aumento de las temperaturas y a los dos incendios que "vinieron de fuera".

El número de incendios producidos hasta ahora es similar a la media que se registra por estas fechas, aclaró López Iniesta. El pasado año se quemaron en Extremadura 41.438 hectáreas en 2.200 focos registrados, de los que 682 fueron provocados, según los datos de la propia Junta. Es decir, el 35% de los fuegos que hubo en la región en el 2003 se originaron de forma intencionada, de ahí la vigilancia prevista este año por el Ejecutivo.