Un accidente de tráfico sin víctimas mortales cada 16 minutos, y sobre todo los viernes. Esos son los datos más según el reciente informe sobre siniestralidad en el automóvil elaborado por la Agrupación de Seguros del Automóvil (Unespa). Este estudio sitúa a la región como la cuarta comunidad autónoma con el índice de accidentes más bajo de España, por delante de Cantabria, Navarra y La Rioja, y muy lejos de Andalucía y Cataluña, que encabezan este ránking con un siniestro cada minuto y 39 segundos, y cada minuto y 47 segundos, respectivamente.

El documento destaca que tanto en la provincia de Badajoz como en la de Cáceres, los días que más siniestros se producen en la carretera son los viernes, mientras que jueves, sábados y domingos, por este orden, son los que menos siniestros registran en toda la región.

La situación se repite en el resto de España, ya que entre los 25 días más siniestros del pasado año, un total de veinte han sido viernes. Más concretamente, el viernes 31 de octubre pasado, fecha en la que los datos de las aseguradoras registran un volumen de 7.407 accidentes, fue el día más accidentado del 2003.

Los expertos argumentan este hecho, más frecuente en el último trimestre de cada año, a razones climatológicas y porque durante el mes de diciembre se produce un alto nivel de tráfico dentro de las poblaciones (compras navideñas, desplazamientos, inicio vacacional, etcétera).

Pese a que el promedio de accidentes leves producidos los viernes se situó un 25% por encima de la media del conjunto de todos los días en el último cuatrimestre del año 2003, las aseguradoras aprecian un repunte en la siniestralidad de los lunes, que está ya entre un 13% y un 15% por encima de la media, aunque no explican a qué puede ser debido.

Por otro lado, la mayor desviación de siniestralidad respecto de la media se produce en las provincias con baja densidad de población, probablemente por su condición de receptoras de tráfico procedentes de las más pobladas con ocasión del inicio del fin de semana, indica Unespa. Así, Zamora, Segovia, Guadalajara, Cuenca, Toledo, Palencia y Soria son ejemplos de esta circunstancia; mientras que en La Rioja, Avila, Almería, Baleares, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los accidentes son menos frecuentes durante el inicio del fin de semana.

AL DETALLE Además de los datos anteriores, el informe de las aseguradoras concluye que Madrid sigue a la cabeza de las provincias con más siniestros en carretera, registrando un accidente sin víctimas mortales cada 2 minutos y 4 segundos, incluso por debajo de los dos minutos en el último trimestre del pasado año. La lista con más sucesos de este tipo la completan las provincias de Valencia, Alicante y Sevilla; mientras que Ceuta, Melilla, Soria, Teruel y Avila están en el extremo contrario y son los lugares donde más tiempo transcurre entre accidentes.

Por comunidades autónomas el panorama cambia, y Andalucía es la región en la que los siniestros son más frecuentes, hasta el punto de que se produce un accidente leve cada minuto y 39 segundos, muy cerca del minuto y 47 segundos que transcurre entre dos accidentes en Cataluña. Madrid, Comunidad Valencia y Galicia son otras regiones donde se registran sucesos en carretera con una frecuencia menor a los cinco minutos.

Al margen del estudio elaborado por la patronal de las aseguradoras, según el Informe Carreteras Españolas 2003 realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE) refleja que el pasado año la vía más peligrosa de Extremadura fue la N-435 --que une La Albuera con Higuera la Real--, y la más transitada la N-630 a su paso por Cáceres.

El documento señala que la zona más saturada de toda Extremadura es la salida norte de la N-630 en Cáceres, por el polígono industrial de Las Capellanías, por donde circulan cada día cerca de 26.000 vehículos. A mucha distancia, en segundo lugar, está la N-V a su paso por Mérida, por donde pasan cas 14.000 vehículos diarios. Sin embargo, ninguna de estas vías tienen un sólo punto negro .

En este sentido, la vía de mayor riesgo en la comunidad es la N-435, donde casi el 80% del trazado se considera de alto riesgo para los conductores, seguida por la N-430, que une Mérida y Ciudad Real, con un 40% del tramo muy peligroso.

Todos estos accidentes con daños en vehículos y carreteras ocasionan en Extremadura un gasto aproximado a los 250 millones de euros al año.