Es la pregunta más común en cualquier entrevista de trabajo: ¿tiene experiencia? En muchos casos la respuesta es negativa. Ahí terminan las esperanzas de conseguir un empleo y empieza el círculo visioso. «Pero eso no ocurre con la Formación Profesional Dual», asegura Manuel Gómez Parejo, director general de Formación Profesional y Formación para el Empleo de la Consejería de Educación y Empleo. «Porque en un ciclo de este tipo cualquier alumno empieza a tener formación práctica y a convivir en una empresa desde el primer momento de su etapa formativa. Alterna clases teóricas en el aula con formación práctica en la empresa. El estudiante adquiere una buena experiencia y especialización y eso hace mucho más fácil su integración laboral», asegura. «Hay estudios que indican que la FP Dual, de forma general, duplica las posibilidades de inserción en el mercado laboral». Y esta es una de las principales razones por las que Extremadura quiere apostar fuerte por esta enseñanza dual. «La legislatura pasada se pusieron las bases para impulsar la FP Dual en Extremadura y esta legislatura va a ser la del crecimiento», revela Gómez.

De momento, parece que se está cumpliendo, porque en el curso actual casi se ha duplicado la oferta de esta modalidad formativa respecto al anterior. Hay actualmente 19 ciclos de FP Dual (nueve más que el curso pasado) que cuentan con un total de 278 alumnos matriculados. La cifra es todavía residual porque apenas supone el 2% del total de alumnos de Formación Profesional presencial (más de 14.000 matriculados).

En la formación de esos casi 300 estudiantes extremeños de este curso están implicados, además de 15 centros educativos en los que se desarrolla parte del ciclo, un total de 47 empresas de la comunidad. «Sin ellas no sería posible». Y se buscan más. «Estamos en conversaciones con otras empresas de Extremadura, a través de los colectivos empresariales, para explicarles el modelo dual y pedir su colaboración en la formación de forma que siga creciendo la base de datos de empresas colaboradoras y seguir ampliando la oferta formativa».

Las estadísticas también empujan a desplegar este modelo. Por una parte, por la sobrecualificación que afecta a dos de cada tres empleados del sector servicios y al 50% en el sector industrial, según los datos de Eurostat. Por otro lado, por el alto nivel de desempleo: el paro entre los extremeños menores de 25 años supera el 40%, mientras entre los que superan esa edad es de casi la mitad (22,3%), según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Y hay un tercer factor: la mano de obra cualificada que exigen determinadas empresas. «Tenemos casi 100.000 parados en Extremadura pero hay negocios que no encuentran personal especializado y tienen puestos de trabajo por cubrir», apunta Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) y firme defensor del desarrollo de esta enseñanza especializada en la región. «Toda la Formación Profesional debería ser realmente dual», sentencia.

De momento, solo lo son 19 de los 530 ciclos formativos que se imparten en Extremadura. Pero en su despliegue se afanan ocho docentes convertidos en una figura clave y pionera en España: prospectores de empresas. Es la persona ideada en Extremadura para hacer de vínculo entre el sistema educativo y el empresarial. Están repartidos en cada una de las ocho zonas educativas, pero «si esto va al ritmo que esperamos, vamos a aumentar el número de prospectores para poder dar una respuesta con eficacia y calidad», avanza Gómez.

PRÓXIMA OFERTA / No será hasta la próxima primavera cuando quede definida la oferta del curso 2020-2022 y será entonces cuando se pueda conocer si sigue creciendo el número de ciclos duales. Pero ese es el objetivo. «Por parte de la administración vamos a hacer una apuesta fuerte porque estamos convencidos de que este modelo va en aumento de la calidad de la formación, porque integra al alumno en el entorno empresarial y se alinea con las necesidades empresariales, y no solo de las grandes empresas, también de los autónomos», insiste el director general de Formación Profesional. A su juicio, esta fórmula también podría convertirse en una fuente importante de emprendimiento y cooperativismo. «No se trata solo de formar a los alumnos para que se conviertan en mano de obra cualificada para las empresas sino también de informar a esos estudiantes para que puedan convertirse en emprendedores en los sectores que van a conocer a fondo», señala Gómez Parejo.

«Existe una dicotomía entre lo que demandan los empresarios y lo que estamos haciendo en el sistema educativo y eso puede solucinarlo la FP Dual», insiste Peinado. Aunque reconoce que su desarrollo no es sencillo. «Requiere de un esfuerzo también del empresario y en eso estamos trabajando, en sensibilizar a las empresas para que sepan que aunque cueste trabajo y dinero, piensen que contribuir a formar mano de obra cualificada es una inversión de cara al futuro. La única manera de que las empresas crezcan y generen más empleo es siendo productivos y eso se logra con trabajadores formados con la capacitación, las habilidades y las competencias necesarias», asegura el secretario general de la Creex.

MICROEMPRESAS Y BUROCRACIA / De todas formas, aunque ahora se pretenda potenciar, la Formación Profesional Dual no es nueva. Se implantó en Extremadura en el curso 2012/13, entonces apenas había una veintena de almnos pero muchas expectativas que con el tiempo acabaron por no desarrollarse «principalmente debido a las características del tejido productivo extremeño, formado en un 95% por microempresas, y también a la burocracia. El modelo que se estableció en España dificultaba bastante el trabajo a las pequeñas empresas, pero ahora se ha dado una vuelta al modelo y es más flexible», prosigue.

Se refiere Peinado a que ahora es posible desarrollar un solo ciclo en varios negocios, lo que permite que los alumnos se dividan en varias empresas del mismo sector porque «no se puede formar a 15 alumnos en una pequeña carpintería». «Hemos tardado, pero parece que se ha encontrado una fórmula para impulsar esa enseñanza; quizás no sea el modelo perfecto y probablemente haya que introducir matices, pero espero que este curso consigamos avanzar porque es el camino». El beneficio, dicen desde la administración, es triple: para los alumnos, para el sistema educativo y para el tejido productivo. Y la experiencia, de momento, está siendo muy fructífera y positiva. «Ahora mismo tenemos todos los ingredientes para que funcione. Ahora sí».