La redistribución de los alimentos, tanto en su producción como en su distribución, inspira la norma que se tramita en estos momentos en Andalucía, y que podría estar aprobada por el parlamento autonómico durante la primavera del 2017.

Una redistribución que pasa por obligar a las grandes superficies y establecimientos comerciales a donar con fines sociales todos los excedentes.

El 18% de los andaluces admiten desperdiciar «bastantes» o «muchos» alimentos, productos que muchos convecinos acababan recogiendo de los contenedores, pese a que en ayuntamientos como el de Sevilla sancionaron esto con multas de hasta 750 euros. JULIA CAMACHO