El próximo 12 de octubre Guadalupe vivirá una fiesta histórica coincidiendo con la conmemoración del 75 aniversario de la coronación canónica de la patrona de Extremadura. La vinculación histórica de la Virgen con la monarquía es tan estrecha que parece más que probable la presencia de los Reyes o de algún miembro de la familia real en este acontecimiento, que ya está perfilando el monasterio y en el que también colaborará la Junta de Extremadura, a través de su Consejería de Cultura.

De hecho, la Asociación de Caballeros de Guadalupe ya ha remitido una comunicación oficial al rey Juan Carlos, caballero de honor de la asociación, recordándole esta efemérides. Desde el monasterio y desde la Junta también se apoya la presencia de los monarcas merced a la relación que la comunidad siempre ha mantenido con la Casa Real.

Con los jerónimos, primero, y con los franciscanos, después, la presencia de los monarcas en Guadalupe siempre ha sido una constante. No en vano, fue en la Puebla donde Isabel la Católica firmó la carta-orden de entregar a Cristóbal Colón las carabelas para el descubrimiento de América y allí dio gracias al almirante por haber descubierto el Nuevo Mundo.

EL BASTON DE BRILLANTES

Felipe II y Felipe III también visitaron el monasterio y, siglos después, el 12 de octubre de 1928, lo haría Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos. Fue precisamente el entonces cardenal primado de España en Toledo y fundador de EL PERIODICO EXTREMADURA, Pedro Segura Sáenz, el precursor de esta iniciativa. El primer paso fue la elaboración de la corona, empresa que se encargó al artista Félix Granda, que la confeccionaría en oro, platino y piedras preciosas y finas.

Tanta emoción causó el acontecimiento que el cardenal trabajó para que la que ya es conocida como Reina de la Hispanidad tuviera también un nuevo trono --de estilo renacimiento-- labrado en plata, esmaltes y piedras preciosas.

Alfonso XIII no faltó en Guadalupe. Aquel día, la presencia de más de 2.000 personas, las banderas, las campanas... convirtieron a Guadalupe en centro religioso y cultural del mundo.

Las crónicas periodísticas de la época recuerdan como el Rey subió a la tribuna, tomó la corona en sus manos y la entregó al cardenal Segura, que la colocó sobre la frente de la imagen. Alfonso XIII levantó su bastón de mando, el mejor que tenía, de concha, oro y brillantes y lo despositó a los pies de la Virgen.

VIAJE DE VUELTA

Si en 1998 los Reyes de España volvieron a Extremadura para recordar el viaje que su abuelo realizó a Las Hurdes, Extremadura confía en que la presencia de los monarcas se repita el próximo mes de octubre.

Juan Carlos y Sofía han acudido a Guadalupe en numerosas ocasiones, tanto en su condición de príncipes como en la de monarcas. Precisamente, meses antes del anuncio oficial de su compromiso matrimonial, el Rey visitó Guadalupe y en 1968, la pareja, ya convertida en matrimonio, ofrecería a la patrona de Extremadura a su hijo, el Príncipe Felipe, poco después de ser cristianado en la iglesia madrileña de Santo Domingo de Guzmán.

Pero los Reyes de España también quisieron estar presentes en Guadalupe el 12 de octubre de 1978 cuando, precisamente, se celebró el 50 aniversario de la coronación canónica de la patrona. Los monarcas acudieron por última vez a Guadalupe en septiembre de 1994, coincidiendo con la visita oficial que los Reyes de los Belgas giraron a la comunidad autónoma.