La guerra en Irak aún no ha concluido, pero el Reino Unido ya ha anunciado que comenzará a reducir próximamente su presencia militar en el golfo Pérsico. Entre las unidades que serán retiradas de la región figura el portaviones Ark Royal , así como buques auxiliares, cazas Tornado, helicópteros y 33 de los 67 hospitales de campaña que se encuentran ahora en la zona.

El ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, indicó en un comunicado dirigido a la Cámara de los Comunes que no se trata de una reducción "a gran escala", ya que algunas fuerzas serán reemplazadas, si bien no hay planes para nuevos despliegues de soldados. "Nuestra política ha sido siempre desplazar a nuestro personal sólo durante el tiempo necesario para lograr los objetivos militares", señaló Hoon. Y añadió: "Seguiremos ajustando nuestras fuerzas desplegadas en el Golfo, retirando las unidades que hayan completado su tarea y reemplazando, en su momento, a las que todavía deben finalizar su cometido".

A pesar de la reducción, el Gobierno británico insiste en que la prioridad es, en estos momentos, restaurar el orden en Bagdad y otras ciudades iraquís, que sufren continuas olas de saqueo.

RESTAURAR EL ORDEN

"Las fuerzas británicas y estadounidenses, en sus respectivos lugares de acción, están haciendo todo lo posible para restablecer el orden", dijo el ministro de Exteriores Jack Straw. Downing Street respondió ayer a las críticas sobre la falta de control por parte de las fuerzas anglo-norteamericanas, negando que la situación en Irak sea ahora más peligrosa que antes de la caída de Sadam.