En su afán por recomponer el consenso en política exterior roto por la decisión del Gobierno del PP de participar en la guerra de Irak, Zapatero obvió, en su intervención inicial, poner fecha al regreso de las tropas españolas (el 30 de junio finaliza el mandato actual) y eludió mencionar la expresión "retirada". Sólo hizo hincapié en que su posición sobre el conflicto de Irak "es bien conocida". Luego, en su debate con Mariano Rajoy, agregó que "mantendrá su palabra" y que sacará a España "de la foto de las Azores" y de "esa guerra ilegal e injusta".

El aspirante a presidente reafirmó su "firme compromiso con la seguridad internacional y en la lucha contra el terrorismo". Por eso proclamó que España "asumirá las obligaciones internacionales" que le correspondan para defender la paz y la seguridad, con una sola condición: "la decisión previa de la ONU u otra organización de carácter multinacional".

También fue menos concreto que su programa sobre el papel del Parlamento a la hora de decidir el envío de tropas españolas a conflictos en el extranjero. "Se acordará con la participación del parlamento", dijo ayer, mientras su programa requiere "la aprobación del Parlamento". La atención preferente a Latinoamérica, el Mediterráneo y la UE completan su programa.

El PP rompió el consenso en política exterior con su apuesta pro-EEUU en la guerra de Irak, que además llevó al alejamiento respecto a Europa.