El hecho de tener una población cada vez más envejecida ha cambiado en pocos años el perfil de los consumidores en toda Europa. Tanto que en los últimos años han proliferado en España las ofertas residenciales destinadas de forma específica a la tercera edad, tal y como ocurrirá, también, en algunos de los macrocomplejos turísticos proyectados en la comunidad autónoma.

Así ocurre por ejemplo en Valencia, donde la promotora Layetana Inmobiliaria oferta 85 viviendas para personas mayores tras las experiencias similares acumuladas en Cataluña y Baleares. En este complejo los propietarios contarán con servicio de mantenimiento, una enfermería y un restaurante, además de alarmas personales por si necesitan asistencia.

En Barcelona ha sido el propio ayuntamiento el que ha sacado al mercado pequeños pisos --de entre 40 y 65 metros cuadrados-- que disponen, entre otras cosas, de un baño adaptado con su propia alarma para casos de accidentes domésticos, personal sanitario, teleasistencia y servicios comunitarios.

Asimismo, son cada vez más habituales los residenciales de lujo destinados a personas mayores, muchos de ellos en el entorno de campos de golf y que apuntan directamente a la alta demanda que en este sector llega desde el extranjero.