El antropólogo Miguel Botella, responsable de coordinar los trabajos de exhumación de la fosa granadina donde supuestamente se encuentran los restos de Federico García Lorca, ha garantizado "privacidad y rigor". La autorización de apertura de la fosa llega un mes después de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica granadina y Nieves Galindo --nieta de Dióscoro Galindo, uno de los posibles fusilados junto a García Lorca-- lo demandasen en la Audiencia.