La ampliación de la Unión Europea (UE), que coincide con la expansión de la OTAN hacia el Este, coloca a Rusia ante una nueva realidad política, económica y militar. El Kremlin y Bruselas llegaron esta semana a un acuerdo de última hora que extiende a los 10 nuevos socios comunitarios todos los vínculos políticos y económicos existentes entre Moscú y la UE, con lo que se evita una crisis en vísperas de la cumbre Rusia-UE prevista en la capital rusa para el próximo 21 de mayo.

El nuevo protocolo del acuerdo de asociación y cooperación, que rige las relaciones entre Moscú y la Unión Europea, firmado el pasado martes en Luxemburgo por el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, su homólogo irlandés, Brian Cowen, y el comisario europeo Chris Patten, incluye importantes concesiones a Rusia, resultado de varios años de regateo.

MIEDO A PERDER BENEFICIOS El Gobierno ruso de Vladimir Putin se había resistido a ampliar de forma automática el acuerdo a los nuevos socios comunitarios, temiendo una pérdida de beneficios comerciales con sus vecinos más próximos, así como los problemas derivados del tránsito de mercancías y personas entre el enclave de Kaliningrado, situado entre Polonia y Lituania, y el resto del territorio de Rusia. El Kremlin también insistía en que el protocolo garantizara los derechos de las minorías rusas en Estonia y Letonia, dos antiguas repúblicas soviéticas.

Según dijo a este diario un alto cargo del Gobierno ruso, la mayoría de estos problemas se han resuelto en el protocolo que entró en vigor el 1 de mayo de forma provisional hasta que los parlamentos europeo y ruso lo ratifiquen. "En los 14 puntos del documento hemos conseguido resultados favorables", dijo el funcionario.

Inicialmente, Rusia reclamaba compensaciones con el pretexto de que perderá unos 300 millones de euros (casi 50.000 millones de pesetas) con la modificación de los aranceles en los nuevos países cuando se unan a la Unión Europea, adoptando las reglas europeas. Sin embargo, el protocolo estipula que los 10 países adherentes, que imponían barreras comerciales de un 9% de media respecto al resto del mundo, las bajarán al 4% con su ingreso en la Europa comunitaria.

Las exportaciones rusas de aluminio también se beneficiarán de la tasa arancelaria del 4%. La UE hizo concesiones en el sector del acero, al permitir un incremento de las exportaciones rusas al mercado europeo en 438.000 toneladas hasta finales de 2004.

IMPORTACIONES Además, a partir del 1 de mayo, las actuales medidas de protección de los nuevos socios comunitarios a las importaciones de terceros países dejarán de existir para Rusia.

El protocolo tiene también un apartado sobre el enclave de Kaliningrado, que abarca el tránsito de personas y mercancías hacia Rusia y viceversa. "El tránsito desde Kaliningrado será más rápido y barato a partir del 1 de mayo, gracias a una serie de obligaciones por parte europea", dijo el funcionario. Rusia y la Unión Europea estudiarán de manera conjunta la viabilidad del proyecto de un tren de alta velocidad que conecte la ciudad de Kaliningrado con el resto del territorio ruso.