El Ejército de Sadam Husein planta cara. La oposición armada iraquí a la guerra relámpago lanzada el jueves por EEUU y Gran Bretaña desde Kuwait se hizo ayer mucho más intensa. Los llamados "focos de resistencia", término usado por los oficiales norteamericanos para definir a los grupos de soldados iraquís que intentan detener a sus tropas, lograron ayer, cuando menos, ralentizar el avance anglonorteamericano en territorio iraquí de forma ostensible.

A medida que las columnas de blindados, soldados y marines penetraron en el desierto iraquí, los combates ganaron en grado de intensidad. A diferencia de la guerra del Golfo de 1991, no se produjeron rendiciones masivas de desmoralizados soldados iraquís, echando por tierra los planes del Pentágono de un paseo militar hasta Bagdad. En el frente, los observadores militares se preguntan qué es lo que espera a las tropas de Washington y Londres cuando se acerquen a la capital, teniendo en cuenta la resistencia que han hallado en el camino.

CIUDADES ESTRATEGICAS

El alto mando aliado había anunciado en los días anteriores la captura de las ciudades estratégicas de Um Qasar, el único puerto iraquí con acceso al golfo Pérsico, y de Nasiriya, cuyos puentes sobre el Eufrates garantizan un acceso rápido y exento de dificultades orográficas hasta Bagdad. Asimismo, dijeron que habían avanzado hasta las cercanías de la ciudad santa iraquí de An Najaf.

Durante la jornada de ayer, en cambio, el parte de guerra presentó un cuadro diferente. "Es el día en que hemos encontrado más resistencia", dijo el general del Ejército de EEUU John Abizaid en As Sayliya Camp (Qatar). Los combates proseguían en las tres localidades y sus alrededores, con la aparente estrategia del Ejército iraquí de atraer a las tropas anglonorteamericanas hacia los cascos urbanos para luchar cuerpo a cuerpo, mientras empezaba el goteo de bajas de soldados británicos y estadounidenses.

En Basora, la segunda ciudad de Irak, la situación era desesperada, sin agua corriente ni luz. Tommy Franks, jefe del alto mando aliado, aseguró el sábado que no pretendía batallar por esta ciudad de escaso valor estratégico para evitar "bajas civiles". Ayer, los militares de EEUU y Gran Bretaña tuvieron que admitir que la habían bombardeado durante la noche anterior, después de que la televisión Al Jazira mostrara heridos civiles. Bagdad dijo que habían muerto 77 civiles.

SIMBOLO DE RESISTENCIA

Um Qasar se convirtió en el símbolo de la resistencia iraquí. Tres días después de que fuera anunciada su captura, continuaron los enfrentamientos armados entre el 15.º Cuerpo Expedicionario de marines y 120 miembros de la Guardia Republicana de Sadam.

La localidad de Nasiriya fue otro de los lugares donde los iraquís presentaron batalla. Según la cadena BBC, unos 5.000 marines se enfrentaron a 500 soldados iraquís por el control de la ruta que conduce a Bagdad. Un portavoz del Ejército de EEUU reconoció que había habido bajas.

En los alrededores de An Najaf, los soldados del Séptimo de Caballería, que encabezan el avance de EEUU y Gran Bretaña, se vieron las caras, según los periodistas desplazados, con una fuerza militar del "tamaño de un batallón". Intensos intercambios de artillería se registraron en la zona. Con todo, la agencia France Presse informó de que las tropas de este cuerpo llegaron ayer a unos 100 kilómetros de Bagdad.

EL FRENTE NORTE, ACTIVADO

Mientras la resistencia iraquí y los combates se intensificaron en el sur, el frente norte, que hasta el momento había permanecido casi en calma, comenzó a activarse. Tras recibir el permiso de sobrevolar Turquía, EEUU comenzó a desplegar unidades especiales en el Kurdistán iraquí.

Las tropas británicas descubrieron ayer dos misiles, nueve ojivas, tres minas submarinas y todo un arsenal en un enorme complejo de búnkeres situado sobre el helipuerto de Az Zubaya, al suroeste de Basora. Se localizaron 40 búnkeres que escondían armas ligeras y otros 22 que contenían armamento pesado.