El régimen de Bagdad ha puesto en marcha la maquinaria de contrapropaganda. Su primer objetivo, evitar que la población sepa que las tropas estadounidenses y británicas han entrado en territorio iraquí. Por eso han anulado los canales de televisión por cable árabes, el único contacto de los iraquís con el mundo exterior.

Además, queda la posibilidad de negar lo evidente. Eso es lo que hicieron ayer varios ministros, que negaron que la ciudad de Um Qasar hubiera caído en poder de los aliados. Respecto a las imágenes difundidas por la cadena estadounidense CNN de soldados iraquís rindiéndose, el régimen disponía de varias versiones distintas para rebatirlas: mientras un alto responsable aseguró que "esas imágenes son de 1991", otro dijo que "esos soldados no son iraquís".

HAZAÑAS BELICAS

No sólo se negó el avance del enemigo, sino que se anunciaron numerosas hazañas bélicas de los soldados iraquís, como que habían sido derribado tres aviones y que en una localidad al este de Irak "los soldados y la población han vencido a un comando de paracaidistas estadounidenses que pretendían ocuparla".

El hecho de que las autoridades no trasladen a los periodistas a esas zonas impide comprobar la veracidad de esas informaciones. Por ahora, los periodistas sólo son llevados a ver escudos humanos y hospitales.

A los hospitales se les lleva en autocares como si se tratara de una ruta turística. En el de Kindi, uno de los más importantes de Bagdad, las autoridades mostraron a la prensa varios heridos. Ahmed Sabar, de 18 años, yacía semiinconsciente con un brazo y las dos piernas vendadas. "Ahmed había salido al jardín a curiosear y a intentar ver en el cielo a los aviones, cuando un misil cayó cerca de la casa y le alcanzó la metralla", explicó su primo.

HERIDOS POCO CREIBLES

Para demostrar la potencia criminal de los misiles de EEUU, las autoridades iraquís mostraron a la prensa heridos muy poco creíbles. "Nos han enseñado a un hombre herido de bala. ¿Pero quien ha disparado balas en Bagdad?", se preguntaba incrédulo un cámara de televisión español.

Las principales agencias de televisión están siempre vigiladas y sólo se permiten las imágenes visionadas por funcionarios. Hay verdadera obsesión con los teléfonos vía satélite, el único medio que los periodistas tienen para transmitir sus crónicas. En los últimos dos días, funcionarios y militantes del partido oficial Baaz realizan auténticas incursiones en las habitaciones del hotel Palestina, donde viven los periodistas. Registran las habitaciones de día y de noche, y en los últimos dos días han requisado una veintena de esos teléfonos.

En un intento de elevar la moral de la tropa, el régimen iraquí hizo pública una relación de recompensas para los soldados que infrinjan bajas a la aviación aliada. El que derribe un avión recibirá 100 millones de dinares (30.000 euros); si el aparato abatido es un helicóptero, el premio será de 50 millones; por capturar a un piloto vivo, 50 millones y muerto, 25. Para el artillero que intercepte un misil habrá un premio de 10 millones de dinares.

Esas recompensas fueron anunciadas por la televisión iraquí, que aseguró que ha sido el propio Sadam Hussein el que ha fijado las cantidades.