El incremento de asuntos por despido en los tres juzgados de lo social de Badajoz está siendo "considerable", según la titular del número 3 Samantha Reynolds, quien recuerda que aunque la crisis afecta a todas las provincias la de Badajoz tiene más población y más empresas que la de Cáceres.

Esta "avalancha" llevó a la junta de jueces de lo social a solicitar el pasado año al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) y al Consejo General del Poder Judicial una comisión de apoyo, que no fue estimada, por lo que se pidió la creación de un nuevo juzgado de lo social, el cuarto. Según Samantha Reynolds, se ha confirmado "oficiosamente" que el próximo año entrará en funcionamiento.

Mientras tanto, para agilizar la situación, los jueces acordaron fijar dos días dedicados en exclusiva a los juicios por despidos y retrasar el resto de los procedimientos, porque la ley establece que se señalen en un plazo de dos meses "y aún así el plazo no lo cumplimos, estamos tramitándolos entre tres y cuatro meses", según la jueza.

Al elevado aumento de casos se suma la complejidad de estos, porque las empresas "no tienen dinero para pagar y eso complica los procedimientos, hay problemas de ejecución", con lo que se prolonga el tiempo que los jueces tienen que emplear en cada asunto.

En los juzgados de lo social pacenses se están señalando de 14 a 16 juicios por despidos al día, por lo que las sentencias no se ponen "como mínimo hasta los 15 días". Ahora se están señalando juicios para el 2011, lo que lleva a deducir a Samantha Reynolds que con el nuevo juzgado que se cree "la situación no se podrá normalizar hasta el 2013".

El primer sector afectado por la crisis fue la construcción, después el sector servicios y hostelería, y ahora se están viendo casos de explotaciones agroganaderas, "algo relevante porque este sector hasta diciembre no se había visto afectado". También están empezando a entrar en los juzgados de lo social de Badajoz despidos de especialistas y técnicos de puestos especializados.

Esta situación también ha repercutido en la jornada laboral de los jueces, que se ha ampliado "no sólo a las tardes", porque por las tardes es cuando trabajan en las sentencias, sino también a los fines de semana y las vacaciones.