Las Cocheras de Sants se quedaron pequeñas para el acto de Pablo Iglesias en Barcelona. El líder podemista agotó ayer el millar de localidades y cientos de personas tuvieron que seguir desde fuera del recinto el mitin central de campaña de En Comú Podem. Iglesias, Ada Colau, y Jaume Asens entraron al escenario al ritmo del Bella Ciao, el himno de la resistencia antifascista que tiene más vigencia que nunca en el contexto actual. Aunque el fantasma de Vox sobrevoló el mitin, la diana de casi todos los ataques fue Pedro Sánchez.

La alcaldesa de Barcelona abrió la veda contra Sánchez, sentenciando que está «acomplejado» por la derecha. «A ver si te enteras. Con [Albert] Rivera no, y con [Pablo] Casado tampoco. Queremos un gobierno progresista, Pedro».

Asens recogió el testigo, con el que siguió atizando al presidente en funciones. El cabeza de lista de los comuns se preguntó si el secretario general del PSOE es «un socialista de verdad, de corazón». «Es muy poco socialista renunciar al federalismo, proponer a Nadia Calviño como vicepresidenta (...). Se equivoca si piensa que defender España es mandar a Cataluña 4.500 policías con pelotas de goma. Defender España es derogar la reforma laboral», espetó. También lamentó que defiendan indultos para «torturadores» y no para Carme Forcadell.

Iglesias ahondó en la tesis de que Cataluña es el espantajo con el que el PSOE quiere justificar un pacto con el PP. «Parece que está compitiendo a ver quién es más duro. Si Santiago Abascal pide ponerle esposas a Quim Torra, él dice que personalmente traerá a Puigdemont de Madrid (...). Sánchez no es tonto, estaba dando un mensaje a la derecha: ‘Cataluña puede ser una excusa para que gobernemos juntos’». Si tan convencido está de esto, ¿por qué insiste en el gobierno de coalición? «Porque si estamos fuertes el PSOE sabe que si gobierna con la derecha no volverá a gobernar nunca», apuntó desatando aplausos en la platea.