Pedro Sánchez culpó ayer en un mitin en Valencia a la derecha de haber dado alas a una ultraderecha que asegura que ahora va «con el pecho henchido» e hizo una llamada al voto útil al PSOE en las próximas elecciones del 10-N para evitar el gobierno Frankestein de la derecha que minutos antes había dibujado el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, «con Pablo Casado de presidente y Santiago Abascal de vicepresidente».

«Si la ultraderecha camina con el pecho henchido es porque la derecha ha unido su destino a la ultraderecha y no la ha aislado. La ultraderecha se siente fuerte, hay encuestas que le hacen tercera fuerza política en el país y a la ultraderecha se la vence defendiendo principios democráticos, condenando el franquismo, el machismo y la banalizacion que hacen de la violencia de genero. Se la vence aislándola», afirmó el presidente del gobierno en funciones y candidato socialista.

Sánchez aseguró que tras la reciente exhumación de Franco «al oído y en público mucha gente nos da las gracias al gobierno socialista y lo que empezamos a hacer es saldar una deuda con muchas víctimas, hemos empezado y hemos dado un paso de gigante».

En un pabellón municipal de la localidad valenciana de Mislata abarrotado con cerca de 1.500 simpatizantes, el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a las elecciones afirmó que la campaña es «todos contra el PSOE y el PSOE contra el bloqueo de todos». «El único voto útil para desbloquear y tener gobierno es un voto al PSOE», insistió. «Habrá mucha siglas en estas elecciones, más que nunca, pero sólo un voto útil romperá ese bloqueo, el del PSOE, por eso nos tenemos que movilizar», reclamó.

Sánchez acusó al PP de estar detrás de la campaña que trata de desmovilizar a los votantes progresistas. Y aunque dio por hecho que habrá un gobierno progresista, Sánchez recriminó a Unidas Podemos su actitud, preguntando a Pablo Iglesias si volverá a bloquear su investidura.

Unos minutos antes, Ábalos había dado por amortizado a Ciudadanos, a quien criticó por haber desaprovechado su victoria electoral en Cataluña y sus resultados en las elecciones que le dejaron cerca del PP con un programa centrista y moderado.

El secretario de organización del PSOE apuntó que uno de los tres «desafíos básicos» del próximo presidente del Gobierno será «reestablecer la convivencia en Cataluña, que es hacerlo en España».

LA DERECHA CONTESTA / La candidata de Cs por Barcelona, Inés Arrimadas, le avisó ayer a Sánchez de que la repetición le va a salir mal: «Erre que erre quería repetir elecciones, pero le digo una cosa, esto me huele a Andalucía». En un acto celebrado en Tarragona, Arrimadas puso el acento durante toda su intervención en combatir la abstención al afirmar que «cuando los constitucionalistas se movilizan ganan» como sucedió en Andalucía donde cogobiernan con el PP.

El que las encuestas internas del PP señalen que el voto «antisanchista» lo esté capitalizando Vox justifica la subida de tono de ayer de Pablo Casado. El candidato del PP sacó la artillería pesada contra Pedro Sánchez en el acto central de la campaña, en Lalín, un pueblo de Pontevedra. Allí Casado cargó contra el secretario general del PSOE por razones políticas, económicas, de política exterior y hasta de carácter casi personal: según el líder del PP, Sánchez «acabó mal con Felipe González», con Alfredo Pérez Rubalcaba, con Pablo Iglesias, con Albert Rivera y con Mariano Rajoy. «No es confiable», insistió.