La Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura estudiará en los próximos meses la posibilidad de denunciar a las grandes tabaqueras por los perjuicios económicos que el tabaquismo causa al sistema sanitario extremeño, siguiendo así los pasos que ya ha dado Andalucía. Así lo detalla el segundo borrador del Plan de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo que maneja el Gobierno regional, al que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA, que coincide en el tiempo con la aprobación por parte de la Organización Mundial de la Salud de medidas restrictivas dentro de la Convención Marco para el Control del Tabaco.

Este segundo borrador del plan antitabaco , un proyecto que lleva más de un año en estudio, contempla por primera vez la posibilidad de demandar a las grandes tabaqueras. En este sentido, atendiendo a los cálculos económicos que ha realizado Andalucía en las querellas que ha interpuesto hasta el momento, la región extremeña podría reclamar una indemnización de en torno a los 42 millones de euros (casi 7.000 millones de pesetas) a estas compañías. Hay que recordar que la primera demanda andaluza ya ha fue admitida a trámite, por lo que el Ejecutivo andaluz ha iniciado los trámites para interponer nuevas acciones judiciales de forma escalonada dentro de su estrategia legal.

Además, el último proyecto presenta algunas diferencias importantes con respecto al primer borrador, que ya fue adelantado por este diario hace aproximadamemte un año. Así, por ejemplo, inicialmente la Junta de Extremadura se comprometía a destinar a programas de prevención un porcentaje de los impuestos al tabaco, una propuesta que ahora se ha eliminado.

CAMBIO DE OBJETIVOS

También se recogía el compromiso de conseguir que en diez años todos los centros de trabajo de la Administración fuesen considerados "espacios sin humo". Sin embargo, en estos momentos los objetivos marcados son algo menos ambiciosos, puesto que se refieren únicamente a las zonas de atención al público. En dos años a partir de la aprobación del plan el 90% de estos espacios destinados a la atención al público serán "espacios sin tabaco", señala la Junta de Extremadura, que afirma que en cinco años se habrá desterrado totalmente el consumo de tabaco en "el 50% de los lugares públicos en los que la normativa vigente (de 1999) prohíbe fumar".

Por lo que se refiere a los objetivos sobre la incidencia del tabaquismo, Sanidad espera que en una década el consumo de tabaco descienda en cinco puntos --pasando del 35,3% al 30,3%-- y que la edad de inicio en el consumo pueda retrasarse desde los 12,8 hasta los 16 años. A esto hay que sumar que se mantiene la intención de prohibir la venta de cigarrillos sueltos en la comunidad autónoma, de forma que sólo se podrán comprar en cajetillas de veinte.

Este plan antitabaco prevé acciones en el ámbito asistencial, formativo e informativo. De esta forma, la Consejería de Sanidad y Consumo avanza que se creará una red asistencial en la que se integrarán los recursos de los Centros de Salud de Atención Primaria, los Centros de Desintoxicación de Extremadura (Cedex) y las Unidades Especializadas en Tabaquismo de la región.

Al incremento de las inspecciones sanitarias para aumentar en lo posible el cumplimiento de la normativa relativa a la venta y consumo de tabaco hay que unir la puesta en marcha de la Red de Espacios sin Tabaco de Extremadura.

Por otra parte, a partir del momento en el que se apruebe el plan el hecho de ser fumador o no se incluirá en los historiales clínicos, así como cualquier tipo de actuación o apoyo sanitario para facilitar que el paciente deje el tabaco. El denominado consejo antitabaco pasará a formar parte de la cartera de servicios sanitarios, y estará presente en las consultas de ginecología y los centros de salud, sobre todo en el caso de las mujeres fumadoras.