Comenzó a viajar a Rumanía en el año 98 para conocer de primera mano los problemas de la población romaní en el país y para este mes ya prepara una nueva visita. La vinculación del extremeño Emilio Santos, técnico de cooperación internacional, miembro de Cooperación al Desarrollo Internacional Gitano desde Extremadura (Codigex) y secretario de la Fecogex, con ese país se ha convertido ya en una implicación personal.

Su objetivo ahora mismo está Sibiu, donde la oenegé de la que forma parte consiguió hace seis años construir un centro de recursos sociales en este distrito rumano, gracias a la aportación de la Junta de Extremadura --en un 80%--, la Diputación de Badajoz y Codigex. Un centro que lleva tres años cerrado y cuya apertura impulsaría la nula política de integración del Gobierno rumano con los gitanos, y con ello, se podría paliar las situaciones que se suceden en Francia, piensa este extremeño. Pero para ello antes tiene que volver a la actividad. Hay que dotarlo de "profesionales y programas específicos de formación, de higiene, de empleo,..."

El problema, más ahora en tiempos de crisis, está en la financiación, que Santos considera más una inversión, y en la dejadez del Gobierno rumano y la comunidad europea para incorporar a la sociedad a los gitanos rumanos, que actualmente se cifran en al menos tres millones. "Muchos de ellos aún intentan ocultar su etnia por que se asocia a la miseria y no todos viven en esta situación, pero es que allí hay incluso alcaldes gitanos". Su objetivo es conseguir que algún proyecto llegue al centro ubicado en la ciudad de Prislop para darle actividad y "llamar la atención un poquito allí" como el intenta llamarla aquí para conseguir financiación.