Las reacciones al dato del IPC en Extremadura fueron desde la satisfacción de la Junta hasta el temor que expresaron los sindicatos.

Desde el Gobierno regional se indicó que la caída de precios "beneficia una vez más a la economía de las familias extremeñas", al suponerles un alivio "que ayudará a soportar mejor los efectos de la actual situación económica".

Mientras, CCOO alertó de que el descenso se debe en parte a la crisis que está provocando más paro y por tanto una contracción del consumo. Por ello demanda que se frene la destrucción de empleo y se mantenga y mejore el poder adquisitivo de las familias para reactivar la economía.

En términos similares se pronunció UGT, al apuntar que el escenario es propio de una economía en recesión, y reclamar que se mantengan los salarios reales para incentivar el consumo en vez de negarse a aplicar los incrementos salariales pactados.