Fueron sus últimas vacaciones antes de perder la vida, pero al menos consiguió cumplir su sueño y visitar el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, de la que Manuel González Asensio era un fiel devoto.

Este pacense, de 51 años, fue una de las 67 víctimas mortales del accidente aéreo de la compañía Aerocaribbean ocurrido el jueves en Cuba.

Era su primer viaje a La Habana, a donde llegó con unos amigos en un viaje turístico y no quiso regresar a Madrid, donde residía, sin ver a la Virgen de la Caridad del Cobre. Por ello, se separó de su grupo de amigos y se marchó solo a Santiago de Cuba, donde se encuentra el santuario. De regreso, por la tarde, su avión se estrelló en la provincia central de Sancti Spiritus.

"Se lo llevó la Virgen, que ahora lo cuida". Es lo que le dicen las tres hermanas de Manuel a su anciana madre, de 82 años, para consolarla por la pérdida del hijo. En Badajoz, toda la familia pasó ayer el día recluida a la espera de nuevas noticias en una vivienda de Cardenal Cisneros, en la barriada de San Fernando.

El primero en conocer el trágico suceso fue su cuñado Miguel Terraza, que se enteró por la radio. "Me duermo y me levanto con la radio. Eran las 6.20 horas cuando en la Ser informaban del accidente y dieron el nombre y los apellidos de mi cuñado. Me quedé helado. El dolor que sentimos es muy fuerte, porque además de mi cuñado era mi amigo", afirmó.

Minutos después, una llamada telefónica desde la Embajada de España en Cuba comunicó el fatal desenlace a Soledad González, hermana del fallecido. "Me dijeron que no había supervivientes y que esperarían la luz del día, porque allí era aún de noche, para rescatar los cuerpos", explicó Soledad, quien recordó que Manuel llevaba más de 20 años fuera de Badajoz por motivos de trabajo, pero acudía con frecuencia a visitar a la familia.

"Estuvo a vernos no hace mucho y nos dijo que se iba a ir de viaje a Cuba y que de paso iba a ver a la Virgen de la Caridad del Cobre. Mi madre le dijo que tuviera cuidado que eso estaba muy lejos", relató.

VUELVO EL LUNES El pasado martes llamó a la madre por teléfono, "mamá, que estés tranquila que el lunes vuelvo", le dijo. Pero no regresó.

Al conocer su madre lo sucedido tuvo que ser atendida por los sanitarios del 112 de un ataque de ansiedad.

Manuel estaba soltero y no tenía hijos, regentaba un pub de copas en Madrid, cerca de Gran Vía, y también trabajó en Benidorm en la hostelería. Conservaba su piso de Badajoz.

La familia vive momentos duros a la espera de que el Ministerio de Asuntos Exteriores le comunique que los restos de Manuel han sido recuperados.

"Están intentando agilizar los trámites para la repatriación, pero el lugar del accidente es de difícil acceso y hasta que no recuperen todos los restos no podrán proceder a la identificación", según David de la Hera González, sobrino del fallecido, que se quejó de que algunos miembros de la familia se hayan tenido que enterar de la muerte de Manuel por la radio.

"Pedimos que se identifiquen con claridad los restos de mi tío, que se haga el traslado lo antes posible y también queremos saber qué causas han provocado un accidente aéreo de esta magnitud".

La familia se pregunta porqué se permitió volar al avión en el que viajaba Manuel si todos los vuelos estaban suspendidos a causa de la tormenta tropical.

De momento, no tienen previsto viajar hasta Cuba. Una vez se recuperen los restos deberán enviar una muestra de ADN para su identificación. Recibirá sepultura en Badajoz, según la familia.

La Junta de Extremadura trasladó ayer sus condolencias a los familiares de todos los fallecidos en el accidente, en particular a los de Manuel, a los que dio el pésame.