Casas de Don Antonio podría ser un municipio como cualquier otro de los que pueblan Extremadura. La vida es tranquila en sus calles, sus vecinos son especialmente amables, la hora de la consulta del médico se anuncia por la megafonía del ayuntamiento y muchas casas tienen sus puertas abiertas. El visitante podría pensar que lo más peligroso de este pueblo es su cruce con la N-630, pero no es así. Según las estadísticas del Ministerio del Interior, es la población extremeña que presenta la mayor tasa de delincuencia y, según sus vecinos, existe una razón para ello.

"Si no fuera por el mismo de siempre no saldríamos en las estadísticas", aseguran los vecinos. El mismo de siempre es un hombre que, dicen en Casas de Don Antonio, intentó asesinar a un exalcalde de Cáceres, ha conseguido que el autobús de línea pare en su puerta previa amenaza con arma blanca al conductor, ha quemado un coche y una moto, no ha dejado que se realicen las oportunas acometidas del agua en su domicilio, ha provocado algunos altercados en el bar social y ha sido denunciado por varios convecinos. El mismo de siempre , aseguran en el pueblo, tiene más de 70 años y camina con ayuda de un bastón, "pero seguro que ha sido él el que ha subido la tasa esa de delincuencia".

Las explicaciones

"Pero de verdad que esto es muy tranquilo, más tranquilo imposible, lo que pasa es que hay uno que un día sí y el del medio también pues la lía", sostiene Juan Gabino, que trabaja en una obra próxima a la Plaza de José Antonio, en donde está el Bar Los Arcos, regentado por Vicenta, que también insiste especialmente en que "en el pueblo hay muy buena gente, sólo que existen algunas personas conflictivas que son las reincidentes".

No obstante, Vicenta reconoce que algunos robos sí que se producen: "En la farmacia han robado varias veces, también en el hogar del pensionista... pero nada importante como para que tengamos esa tasa de delincuencia tan alta que dicen".

Miguel Javier incide en que el pueblo es muy acogedor y que "todos los que vienen aquí los fines de semana de sitios como Madrid están encantados con la forma de ser de la gente".

"¿El de mayor tasa de delincuencia?, ¿seguro?", pregunta la alcaldesa en funciones, Petra García. "Si es que aquí somos doscientos y casi todos mayores, así que pocos delitos pueden cometerse, aunque bueno, en el ayuntamiento sí que hemos tenido algunos robos, se llevaron la caja fuerte, pero esos no eran gente de aquí. Y parece que ayer intentaron robar en un bar. Sólo eso".

Y es que en este pueblo hay muy buena gente, señalan sus habitantes, que reconocen que si el mismo de siempre viviera, "por ejemplo", en Albalá o Alcuéscar, "por menos de lo que ha hecho aquí le habrían tirado a un pozo, que conste".