"El cierre de mataderos es consecuencia, entre otras cosas, del abuso de la Junta en montar mataderos municipales en muchos sitios, cuando lo que pasa es que sobran mataderos en la región". Con estas palabras resume Pedro Robles, presidente de la Asociación de Mataderos de Extremadura (Asomaex), la situación del sector en la comunidad autónoma, que no atraviesa por su mejor momento. En este sentido, asegura que con los grandes mataderos "sobra", porque estas instalaciones más importantes apenas están al 30% de su rendimiento.

Robles considera que "con dos grandes mataderos sobra para matar en toda Extremadura", teniendo en cuenta el número de animales sacrificados en la región. Pero, reitera, el problema es que "los municipios que han montado mataderos no pueden soportar el gasto y cierran en apenas un año", como ha sucedido en Navalmoral de la Mata, Cáceres, Plasencia, Coria o Losar de Vera, apunta, conocedor de la situación en la zona cacereña (él es responsable del matadero de Jarandilla de La Vera).

Es más, añade, la normativa europea hará un favor a estos mataderos, por los gastos que supone abrirlos cada día.