Un nuevo accidente de avioneta fumigadora ocurrido ayer, el segundo en 20 días, ha puesto en tela de juicio la seguridad del sector en Extremadura. Los pilotos aseguran que se están produciendo irregularidades que provocan que el índice de siniestralidad cada vez sea más elevado debido a la peligrosidad del pilotaje. De los siniestros ocurridos en los últimos cuatro años, tres de ellos han ocasionado heridos con quemaduras de gravedad y en uno el piloto perdió la vida al chocar contra un depósito de agua.

En el accidente de ayer, ocurrido en la pedanía pacense de Valdivia, resultó herido de gravedad P. M. L., de 26 años y de nacionalidad argentina, con fractura abierta de tibia y peroné y quemaduras de segundo grado en cara, manos y brazos, al precipitarse al suelo la avioneta que pilotaba tras quedar enganchada en un cable de alta tensión.

El suceso tuvo lugar a las 9.30 de la mañana en la finca La Encomienda Vieja, en una plantación de ciruelos cercana a la explotación de tomates que fumigaba con azufre. Tras el choque el piloto pudo salir arrastrándose del aparato, con lo que consiguió salvar la vida, ya que poco después la avioneta explosionó y se incendió, quedando totalmente calcinada.

TESTIGOS

Un agricultor que fue testigo del suceso, Manuel Pérez, aseguró a EL PERIODICO que la avioneta se había enganchado por una de las alas a unos cables de alta tensión, cayendo a unos cien metros de distancia. "Nada más caer, el piloto salió de la avioneta y eso fue lo que le salvó la vida, ya que poco después empezó a arder. Ha sido un milagro", afirmó.

Hasta el lugar del suceso se desplazó la unidad medicalizada de urgencias y emergencias del 112, que trasladó al herido al Hospital Don Benito-Villanueva. También se personaron varias patrullas de la Guardia Civil, agentes de la Policía Judicial y una dotación del Parque Comarcal de Bomberos Don Benito-Villanueva, que ante la dificultad de apagar el fuego con agua, debido a los materiales de la propia avioneta, tuvieron que hacerlo con espuma.

Este es el segundo suceso de las mismas características registrado en la comarca de las Vegas Altas en menos de un mes, ya que el 22 de junio otra avioneta se precipitó en el término municipal de Palazuelo cuando también realizaba labores de fumigación. En esta ocasión, la causa del accidente pudo ser el exceso de peso que llevaba el aparato.

ANOMALIAS

El incremento de accidentes, según los pilotos consultados por este diario, pone de manifiesto las carencias en materia de seguridad de un sector en el que se están produciendo diversas anomalías.

Las tarifas por fumigación se mantienen prácticamente iguales desde hace años, mientras que las empresas tienen cada vez mayores gastos, tanto en sueldos como en reparaciones y puesta a punto de las avionetas. Esta situación provoca que muchos aparatos no pasen las revisiones establecidas por ley a fin de ahorrarse el elevado coste que suponen, advierten fuentes del sector.

Para ello las horas de vuelo de las avionetas deben camuflarse con el objetivo de que el momento de pasar la revisión se prolongue en el tiempo lo máximo posible.

Además, el elevado número de fincas que puede llegar a fumigar un piloto en un sólo día --a veces más de 20-- no permite que se realice un reconocimiento detallado del terreno que se va a sobrevolar. En este sentido, los pilotos tan sólo se guían por un dibujo realizado a mano en el que muchas veces no aparecen obstáculos como los tendidos eléctricos o los depósitos de agua, que, junto con el mal estado de las pistas de despegue y aterrizaje, suelen ser los causantes de la mayoría de los siniestros que se producen.