Esta semana ha circulado por las redes sociales, whatsapp y plataformas varias una noticia falsa que decía que los seguros de automóviles no cubrían los posibles daños por accidentes de tráfico en los desplazamientos durante el estado de alarma, a menos que ese desplazamiento estuviese justificado. «Se trata de un engaño, no es cierto. La patronal de las entidades aseguradoras, Unespa, ha tenido que salir a desmentirlo afirmando categóricamente que esta situación no modifica las protecciones que ofrece el seguro del automóvil». Así lo explica Juan María Pozas Mirón, presidente de la Asociación Extremeña de Corredores de Seguros, que afirma que «las coberturas de este y otro tipo se encuentran aseguradas antes y después del estado de alarma».

El responsable regional recuerda que se trata de un sector sometido a las directivas europeas y a férreas exigencias de solvencia, «que protegen a los consumidores ante posibles situaciones de crisis y garantizan el cobro de las prestaciones cubiertas». Por tanto, cualquier riesgo asegurado (coche, casa, negocio...) va a tener la misma respuesta. Juan María Pozas aclara que el contrato de seguro dispone de una ley propia que regula la relación entre el cliente y la aseguradora. «Por lo tanto es un sector muy controlado, que no actúa de forma arbitraria. En la anterior crisis económica mantuvo sus niveles de empleabilidad y adaptó la manera de aplicar las coberturas a las nuevas exigencias del entorno, atendiendo a los ciudadanos con agilidad y compromiso», destaca.

De hecho, el Gobierno ha avalado la continuidad de la actividad de este sector en plena emergencia del coronavirus (representa más de 5% del PIB y tiene unos 200.000 empleados), para que el ciudadano no vea reducido su nivel de atención frente a un posible siniestro, y no se agrave más la situación de confinamiento. Las entidades aseguradoras, en gran medida, han impuesto el teletrabajo a sus empleados, dotándoles de equipos y programas informáticos que permiten hacer frente a las necesidades diarias de los usuarios. Las oficinas abren pero con barreras físicas de seguridad.

CONTINÚAN LAS REPARACIONES / También continúan trabajando los reparadores para arreglar los bienes asegurados, que se ofrecen como alternativa a la indemnización en las pólizas de hogar, comercio, comunidades, etc... «Están atendiendo los servicios de urgencias, es decir, aquéllos que nos garantizan que no vamos a quedarnos sin un suministro básico como la electricidad, el agua, etc...», subraya el presidente. No obstante, para evitar cualquier riesgo, «instamos a estos reparadores a que realicen su trabajo con mayor celeridad si cabe».

LOS TRÁMITES NO SE PARAN / Asimismo, los corredores de seguros, como mediadores profesionales, «hemos establecido un sistema remoto que nos permite recibir las declaraciones de siniestro de nuestros clientes, además de seguir haciendo un seguimiento en la tramitación de los expedientes, tanto con las entidades aseguradoras como con los reparadores. Estamos operativos vía mail o teléfono. Por ello queremos trasladar un mensaje de tranquilidad a nuestros clientes. Está atendidos y les acompañamos en todo momento en la resolución de su problema», matiza Juan María Pozas.

Del mismo modo, las compañías de seguros continúan prestando el servicio de asistencia a través de los teleoperadores que se ofrecen en las pólizas, que además han adoptados medidas de protección para evitar contagios en sus plantillas.

POSIBLE ABARATAMIENTO / Pero además, el sector sabe que esta situación generará unas consecuencias económicas aún desconocidas. Por ello, y dado que durante estos días se ha reducido la movilidad, la actividad comercial, los accidentes y los siniestros atendidos, así como las indemnizaciones, desde los colectivos de corredores de seguros, incluidos los extremeños, ya están trasladando a las compañías la necesidad de realizar un gesto de solidaridad con los clientes. Entre ellos proponen la reducción de las primas en la renovación de las pólizas, alargar su vencimiento para negocios que se encuentren ahora paralizados, o permitir moratorias en el pago (o fraccionamiento) de los recibos de las pólizas que venzan durante este período de crisis para empresas, pymes y comercios sin actividad. La respuesta no tardará.