Seis de cada 10 médicos apoyan un cambio de la ley "para permitir a los enfermos pedir y recibir el suicidio asistido por un médico y/o la eutanasia activa", según la última encuesta efectuada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El apoyo a la aplicación de "un tratamiento que controle el dolor aunque tenga como efecto secundario la muerte", la denominada eutanasia pasiva, recibe un apoyo generalizado.

En la encuesta una aplastante mayoría cree que un correcto empleo de cuidados paliativos (tratamiento del dolor) no es suficiente.