En teoría, la ruptura ayer de Banco Base sitúa a las cajas que lo integraban en el mismo punto en el que estaban en mayo del 2010, antes de presentar al Banco de España el protocolo de intenciones que iba a unirlas en un Sistema Institucional de Protección (SIP): solas y en condiciones de buscar nuevos socios. Pero solo en teoría. Fuentes cercanas a este intento de fusión fría ya han adelantado en los últimos días que la intención de Caja Extremadura, CajaAstur y Caja Cantabria es reanudar juntas un proceso de integración ya sin la CAM. De esta forma, se podría aprovechar parte del camino recorrido hasta ahora por estas entidades sin el lastre que suponía la mala situación de la entidad alicantina, algo que ayer ya dio por sentado la vicepresidenta del Gobierno cántabro, Lola Gorostiaga, al afirmar que estas tres cajas constituirán un nuevo SIP, informa EFE.

Hasta ahora Banco Base aparecía como el tercer grupo de cajas por volumen de activos (era la quinta mayor firma financiera del país), detrás solo de Bankia (que lidera Caja Madrid) y la Caixa. Ahora, con la salida de la CAM, que era mayor que el resto de entidades del SIP juntas, sus activos se quedarían en algo más de 54.000 millones de euros, con lo que pasaría a ser un grupo mediano dentro del panorama actual de las cajas.

¿Se sumarán más entidades al proyecto? Es probable. El presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, incidió ayer en que "la reestructuración del sistema bancario no ha hecho más que empezar" y vaticinó que CajAstur --que duplica en activos a Caja Extremadura y Caja Cantabria juntas-- va a ser "un jugador importante" en este proceso. Ontiveros auguró que allí donde esté y con quien quiera que esté aliada la entidad asturiana "lo va a hacer muy bien" porque tiene "una posición de solvencia relativamente elevada y una capacidad de gestión muy superior a la media de las empresas bancarias del país", dos elementos, añadió, capaces de generar "nuevas alianzas"

Un primer candidato podría ser Unnim (Sabadell, Terrassa, Manlleu). Es el único grupo que en el plan de recapitalización presentado el pasado lunes al Banco de España colocó como opción prioritaria la de cerrar una operación corporativa. Sin embargo, fuentes de una de las entidades que integró Banco Base indican que "por el momento" no se han iniciado contactos con esta caja catalana.

Caja Extremadura también puede optar por continuar en solitario un tiempo, a la espera de encontrar nuevos socios, un proceso que podría afrontar sin prisas: es una caja pequeña pero saneada. Acabó el 2010 con un core capital del 9,38%, muy por encima de la media del sector y de las exigencias del Gobierno (necesitaría únicamente un 8% de capital principal al no estar muy expuesta a los mercados mayoristas de financiación ) y su morosidad a cierre del ejercicio era del 4,69%, más de un punto por debajo del 5,82% con que finalizaron el año el conjunto de las cajas. Caja Extremadura es, además, una de las cajas españolas con una ratio de eficiencia --porcentaje de los ingresos que consumen los gastos-- más elevada.

Estas son las alternativas que se plantean a nivel institucional, pero aún quedan por despejar otras interrogantes. Una de ellas es saber qué pasará con las bajas pactadas por el SIP con los representantes de los trabajadores. En Extremadura eran 237 las previstas y para su formalización se estaba a la espera de que Banco Base echara a andar definitivamente. En principio, y como ya indicó este diario el viernes pasado, la intención de los tres integrantes del nuevo proyecto de SIP sería hacer los cambios necesarios para que los acuerdos laborales alcanzados no perdieran vigencia.