Los servicios de urgencias de los hospitales se han convertido en los últimos años en la auténtica puerta de atrás del sistema sanitario extremeño. Por esa puerta entran pacientes que se saltan la lista de espera, otros que prefieren ir al hospital porque tiene más medios y otros que lo hacen casi por costumbre o incluso por esquivar al médico de cabecera. Esto hace que médicos que en teoría deben estar atendiendo casos de emergencia se encuentren habitualmente con enfermos de gripe o anginas.

Los datos son contundentes y demuestran que el volumen de casos que atienden las urgencias hospitalarias no se corresponde con la evolución que ha experimentado el censo extremeño. En 1997 los hospitales de la región atendieron 346.307 urgencias por las 431.834 que se registraron en el año 2004, en un crecimiento que los propios médicos califican de "exponencial".

Esto supone un incremento del 24% en un periodo en el que la población de la comunidad apenas aumentó un 0,5%. A día de hoy los hospitales atienden diariamente 234 pacientes más que en 1997 sin que el censo haya cambiado prácticamente nada en este tiempo , algo que no tiene una explicación sencilla y que en primera instancia parece achacable, en exclusiva, a la actitud de los usuarios.

Diagnóstico claro

Si en estos momentos hubiese que hacer un chequeo médico a los servicios de urgencias sólo cabría un diagnóstico posible: tiene la presión muy alta y sufre de saturación nerviosa. A esta conclusión llegó un informe de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (Semes), que realizó una comparativa sobre la situación de todas las comunidades. El resultado, que las urgencias hospitalarias extremeñas presentan un alto nivel de saturación que sólo superan Murcia, Castilla-La Mancha y Baleares.

Alta tasa de eficiencia

Y eso a pesar de que la tasa de eficiencia --que se mide viendo el volumen de pacientes de urgencias que acaban ingresados en los centros-- de la región es de las más altas del país.

Miguel Iglesias, vicepresidente de Semes en la región, se mostró tajante al valorar el nivel de uso excesivo de los servicios de urgencias: "Ocho de cada diez casos no deberían llegar al hospital porque podrían resolverse en otros niveles".

El origen de esto puede ser incluso de educación porque, como señala el presidente de Semes Extremadura, Jesús Santos, es necesario que la población sea consciente de que los centros de Atención Primaria pueden resolver durante las 24 horas del día la mayoría de las dolencias comunes y cuentan con los medios necesarios para hacerlo.