Cada mañana Ana se levanta, se asea y desayuna. También hace su cama. Puede parecer que no tiene mucho mérito, pero a sus 93 años y medio estas tareas son para muchas personas una proeza. Sin embargo, a veces se siente "torpona" , sobre todo para salir a la calle y desde hace dos años está conectada al servicio de teleasistencia de Cruz Roja --"por si me pasa algo"-- y recibe atención a domicilio. Una auxiliar acude una hora al día a su casa para echarle una mano con la casa, los recados o acompañarle a dar un paseo. Para otras personas con más dificultades que Ana esa ayuda puede ser esencial incluso para poder levantarse de la cama, pero, como muchos otros ámbitos, no se libra de las dificultades derivadas de las vacaciones de verano.

Badajoz ha sido la primera ciudad en la que ha saltado la alarma. 502 de los 966 usuarios del programa municipal de ayuda a domicilio se quedarán sin servicio durante 23 días, como publicó este diario el pasado sábado. Son personas a las que se atiende con trabajadores contratados en base a una subvención de la Junta a través del Programa Extraordinario de Fomento del Empleo, cuyos fondos no son suficientes, según la concejala de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña, para contratar a sustitutos, por lo que la atención se suspenderá.

También en Plasencia los usuarios de la ayuda a domicilio se quedarán sin servicio, pero en este caso todos (cerca de 400) y durante todo el mes. Sin embargo, la concejala de Bienestar Social, Carmen Blázquez, explica que esto no supone ninguna novedad, ya que esta suspensión en agosto está prevista y se lleva a cabo desde que se puso en marcha la iniciativa, hace aproximadamente una década.

Según explica Blázquez, el ayuntamiento presta este servicio a través de una cooperativa concesionaria (152 usuarios) y directamente (221) y es "muy caro". Solo por parte del consistorio placentino hay contratadas 46 auxiliares --dos o tres que actúan de comodín para cubrir bajas, días de asuntos propios, etcétera-- de ayuda a domicilio "a las que es imposible sustituir en vacaciones", detalla.

En cambio, los otros dos grandes ayuntamientos de la región, los de Cáceres y Mérida, tratan de mantener en verano el servicio igual que el resto del año, aunque "con dificultades". Así lo reconocen sus responsables de Servicios Sociales, Marcelina Elviro y Carmen Yáñez, respectivamente.

En el caso de la capital cacereña, Elviro explica que hay una trabajadora social exclusivamente dedicada a planificar el servicio de ayuda a domicilio, en el que se atiende a más de 700 usuarios --unos 300 por una empresa concesionaria y el resto directamente por el ayuntamiento--. En concreto, por lo que respecta a las personas atendidas por el ayuntamiento, las 76 trabajadoras contratadas se van de vacaciones por turnos para intentar minimizar en lo posible el impacto sobre la atención.

SIN REFUERZOS "No se contratan refuerzos, pero intentamos redistribuir la plantilla para que nadie se quede sin atención, aunque sí que a veces tenemos que reducir las horas", detalla Elviro. Además, señala que la demanda baja, porque algunos usuarios se van fuera o reciben familiares en sus casas y prescinden del servicio a iniciativa propia.

Igualmente en Mérida, Yáñez manifiesta que el servicio se intenta mantener igual que el resto del año, cuadrando las vacaciones de los trabajadores para que los usuarios continúen recibiendo la atención. Sin embargo, admite que en algunos casos pueden quedarse sin servicio, pero nunca si son "prioritarios" (personas con muchas dificultades de movilidad, sin familia...), que son 45 de los 547 usuarios emeritenses de alguno de los servicios sociales del ayuntamiento.

En ese sentido, la concejala de Mérida apunta que este no es el único servicio que presta el ayuntamiento. De hecho, aparte de 62 auxiliares a domicilio tiene contratados a seis auxiliares de clínica, dos terapeutas ocupacionales, dos animadores socioculturales (para los programas de ocio), un psicólogo y cinco trabajadores sociales para atender preferentemente a personas mayores y dependientes.