Son la esperanza para acabar con una pandemia que deja ya casi 70.000 contagios y más de 1.600 muertes en Extremadura, pero la carrera científica, económica y tecnológica sin precedentes que ha supuesto la vacuna contra el covid-19 ha dado paso a un camino de altibajos, claroscuros y mucha, muchísima incertidumbre.

Hace ya seis semanas que arrancó la vacunación en España y las dosis siguen llegando a cuentagotas, no se ha definido aún cómo será la vacunación de la población general más allá de los grupos de riesgo y la guerra política por aquellos que contra toda ética se han ‘saltado la cola’ ha embarrado el inicio de un proceso que a partir de ahora solo debería mostrarnos la luz al final del túnel.

Todos recordamos a Vicente con su camiseta de Triana. Fue el primer extremeño en recibir la vacuna contra el covid-19 el pasado 27 de diciembre. Desde entonces apenas el 3% de la población extremeña ha completado la pauta de vacunación, todos personal de residencias y sanitarios. No obstante, es cierto que esa «prudencia» inicial con la que Extremadura comenzó a vacunar y que tantas críticas y polémica ha generado ha dado paso después a una mayor actividad que ahora nos ha convertido en la segunda comunidad con mejores registros del país.

En estos momentos Extremadura está inoculando casi el 90% de las dosis que recibe. Esta semana se han puesto 13.200 vacunas, "segundas dosis la mayoría", lo que arroja una media de 2.640 al día sin contar el fin de semana. Los datos mejoran, pero de seguir a este ritmo será imposible que el 70% de la población extremeña esté vacunada antes del verano para alcanzar esa ansiada inmunidad de rebaño. Al respecto, desde la Consejería de Sanidad aseguran que la previsión es multiplicar la cifra por 10 a medida que aumente la distribución de vacunas. Así, el Servicio Extremeño de Salud (SES) prevé alcanzar la "velocidad de crucero" de la campaña a mediados de marzo. Entonces, asegura, se pondrán una media de 21.000 vacunas al día y se podría llegar incluso a las 25.000 dosis diarias contando también las tardes y los fines de semana.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, insiste en que para cumplir estas previsiones Extremadura solo necesita recibir las vacunas suficientes, ya que "el problema no son las manos ni el espacio". El titular de Sanidad defiende además que esto no es una campaña de vacunación, sino "muchas concatenadas", por lo que la velocidad de administración de dosis «no va a ser la misma a lo largo de todo el tiempo»: no es lo mismo que los equipos de vacunación se tengan que desplazar a las residencias de la comunidad más grande y dispersa de España que la población se acerque a sus centros de salud con cita previa.

Así, la Junta asegura que los "cuellos de botella" en la actualidad son las dosis de vacuna que llegan y asegura que si se cumplen las previsiones sobre los envíos y distribución "seremos capaces sin duda ninguna de llegar al objetivo de vacunación sin ningún tipo de problema".

Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, Extremadura ha administrado hasta la fecha un total de 71.334 vacunas contra el covid, el 84,8% de las recibidas. Es la segunda mejor tasa del país, solo superada por Aragón (86,5%,) y se sitúa a 12 puntos de la media nacional, en el 76%.

En concreto y según la Junta, se han administrado 12.910 vacunas a usuarios de residencias, 10.356 a trabajadores de estos centros y 13.722 a trabajadores sanitarios. Un total de 28.790 personas de estos grupos han completado la pauta de vacunación con las dos dosis. Así, están inmunizados el 70% de los usuarios de residencias de mayores, el 76% de los trabajadores de estos centros y el 36% del personal sanitario, si bien en este último caso el 80% ya tiene la primera dosis. Pero apenas suponen el 2,7% de la población general.

Próximos grupos

El siguiente grupo en comenzar la vacunación, este próximo lunes, serán los grandes dependientes, una población diana de aproximadamente 8.000 personas en Extremadura. En estos momentos se están habilitando los cauces para que estas personas se desplacen a los centros de salud una vez descartada la vacunación a domicilio por la sensibilidad de los viales al movimiento. Según detalla la consejería, estas personas recibirán una notificación de su centro de salud, que les informará de todo cuando les vayan a vacunar.

La inmunización de los grandes dependientes se alternará con la de los nuevos grupos de riesgo que ha definido la Comisión de Salud Pública: policía nacional y local, guardias civiles, personal de protección civil y emergencias, bomberos, Infoex, personal de Instituciones Penitenciarias y docentes no universitarios (Infantil, Primaria y Secundaria y Bachillerato, por este orden). Tal y como acordaron el ministerio y las comunidades, los menores de 55 años recibirán la vacuna de AstraZeneca, pero más allá de eso nada se sabe aún acerca de la vacunación de estos colectivos. «Se está planificando», responden desde la Consejería de Sanidad.

Y a partir de aquí, todo son incógnitas. Aún no se ha decidido cómo será la vacunación del resto de población una vez finalizados los grupos prioritarios. Desde la Junta de Extremadura se apuesta por un calendario por franjas de edad como el criterio «más objetivo y ágil» para cumplir las previsiones iniciales y llegar al verano con esa inmunidad de rebaño. Según ha detallado ya el consejero, sería un calendario de mayor a menor, comenzando por la franja de dad comprendida entre los 70 y 79 años. La propuesta ya se ha presentado en la Comisión de Salud Pública y el Consejo Interterritorial de Salud, que aún no se ha pronunciado al respecto. Tan solo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha dejado claro que la decisión que se tome será vinculante porque la estrategia de vacunación frente al covid-19 es nacional y única para toda España.

Durante su última comparecencia pública el pasado jueves en la Asamblea, Vergeles destacó el "buen ritmo" de vacunación en Extremadura "pese a todas las dificultades y los intentos de emponzoñar el proceso". La consejería defiende que Extremadura dispone de un sistema sanitario "engrasado, preparado y con unos profesionales excelentes" para lograr los objetivos iniciales y se congratula de hasta la fecha, menos de un 2% de los extremeños hayan rechazado la vacuna. Por el momento, la Junta de Extremadura ha descartado habilitar grandes espacios como polideportivos o estadios de fútbol para realizar vacunaciones masivas, que se canalizarán a través de los centros de salud.