UGT es el sindicato más representativo si se suman las tres entidades que conforman el SIP. Rafael Gil, secretario general de su sección sindical en Caja Badajoz, considera que una fusión convencional hubiese sido una mejor opción que el SIP, ya que habría permitido crear "sinergias mucho mejores y suprimir más costes. Además, también hubiésemos podido mantener el nombre y la obra social aquí, como ha sucedido con Cajasol y Caja Guadalajara". Incide en que los SIP "se han desarrollado en España deprisa y corriendo", y que apenas si existen dos precedentes en Europa (Rabobank y Crédit Agricole), en ambos casos con cooperativas de crédito. En este sentido, cree que en buena medida se ha optado por esta fórmula porque políticos y directivos desean "mantener sus sillones y sus cuotas de poder. Con una fusión tradicional nos hubiésemos podido ahorrar tres consejos de administración y tres asambleas generales".

En cualquier caso, asegura "siendo el sindicato mayoritario en las tres cajas, no podemos hacer dejación de nuestras funciones", por lo que "si hay espíritu de consenso y claridad y buena voluntad, que nadie dude de que el proceso no será obstaculizado por UGT. Si no se dan esas tres condiciones vamos a ser bastante beligerantes en el conjunto de las tres cajas".

Este sindicato ha pedido a las tres directivas que se les facilite cuanto antes el plan de viabilidad del SIP y que se les informe del impacto laboral que tendrá la unión, "para saber si hay exceso de personal y si lo hay en qué condiciones va a salir y qué condiciones tendrán los que se queden". En relación a este último punto, asegura que "en costes salariales somos (Caja Badajoz) los que menos cobramos de toda España" por lo que sostiene que es necesario pactar una equiparación salarial progresiva cuando los resultados lo permitan.

Admite que el sector de las cajas en general tiene una "sobrecapacidad instalada", debido a la enorme expansión que ha registrado su red comercial en los últimos años, y que los ajustes que está sufriendo el sector se hacen para "conseguir mayor eficiencia. Si no no tendrían sentido". Sin embargo, añade que que los recortes de plantilla deben hacerse de una forma "no traumática", y espera que el acuerdo laboral "esté cerrado antes de las asambleas generales", que posiblemente se harán en octubre.

"Nos preocupan mucho las condiciones de los trabajadores que puedan irse pero también las condiciones laborales, económicas y sociales, de los que se quedan, ya sean de Badajoz como de las oficinas de expansión", insiste Gil. Este responsable sindical también se pregunta cómo van a financiarse estas posibles bajas sin acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), cuyas ayudas no se han solicitado, teniendo en cuenta que "el coste medio de prejubilar a cada trabajador de una caja de ahorros de entre 55 y 65 años se sitúa entre los 250.000 y los 300.000 euros".