La primera fase terminó el 30 de noviembre y ayer se puso oficialmente en marcha la segunda etapa del Proyecto Mosaico. «En realidad no hemos dejado de trabajar», aclara Fernando Pulido, el coordinador técnico de esta iniciativa que surgió tras el incendio de la Sierra de Gata que asoló 8.000 hectáreas en agosto del 2015. La Junta y la UEx firmaron ayer el convenio de colaboración que da continuidad al Mosaico entre 2019 y 2021. Incorporará a la Sierra de San Pedro a las zonas de actuación, que se extendían hasta ahora por Hurdes y la Sierra de Gata, todos territorios con «un alto riesgo» de incendios, según recordaron en la rúbrica la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, y el rector de la UEx, Antonio Hidalgo.

El Mosaico busca diversificar los cultivos forestales y recuperar prácticas tradicionales de pastoreo, para reducir el material combustible en estos espacios, generar empleo y hacer frente paralelamente al problema de la despoblación. «Hay alcaldes de las zonas de Jerte, La Vera, Tentudía o las Villuercas, que nos están pidiendo que se extienda este modelo a esas zonas. Eso nos indica que el Mosaico funciona», reivindica Fernando Pulido en declaraciones a este diario.

En la primera fase se informó pueblo a pueblo del proyecto y se creó una red de 180 iniciativas emprendedoras para gestionar los montes y eliminar combustible. Eso se mantendrá en esta segunda fase y, junto al pastoreo ‘contra incendios’, se han establecido otros cuatro objetivos (son seis en total). El primero es el plan de recuperación de la zona que se quemó en 2015 y que no ha empezado a recuperarse por sí misma en este tiempo. «Habrá grandes cortafuegos en la zona cero del incendio, a través de la gestión que agricultores y ganaderos ya están realizando allí», dice Pulido.

Además, en Hurdes se harán ‘plantaciones cortafuegos’ (hay una prevista en Pinofranqueado) con castaño y cerezo: como se cultivan en baja densidad, la distancia que hay entre un árbol y otro contribuyen a que no se propaguen los incendios.

En tercer lugar, se promocionará el uso de montes consorciados (montes privados que gestiona la Junta), muy abundantes en Gata y en los que se harán actuaciones preventivas y se facilitará el aprovechamiento de los recursos para que no se abandonen. Por último, se pondrá en marcha un proyecto para favorecer el aprovechamiento de la resina de los pinares por familias o empresas. «En las zonas dedicadas a la resina, el monte se tiene que mantener limpio y además va a estar vigilado y así es muy difícil que se queme. Se genera economía y se evitan los incendios», insiste Frenando Pulido. r. c.