Las crisis de Monprint o Lusográfica son solo la punta del iceberg. Al menos siete empresas participadas por la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (Sofiex), grupo controlado al 96% por la Junta, han pasado por serias dificultades económicas durante los últimos dos años. En unos casos los problemas han acabado en la liquidación de la empresa y en otros se han traducido en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) o concursos de acreedores. Desde Sofiex no se han facilitado datos acerca de cuántas son las empresas que han pasado por este tipo de situaciones con el fin de, argumentan, no generar "alarmismo". Tampoco sobre el capital total que se tiene invertido en ellas. Unicamente se han remitido a su memoria anual del 2008, en la que aparece un listado con 48 empresas participadas, si bien varias de ellas no han comenzado todavía a desarrollar su actividad.

14 días de encierro de los trabajadores de Monprint

La empresa de artes gráficas Monprint comenzó a funcionar en mayo del 2007 en Plasencia con la previsión de que este 2009 llegaría a los 120 trabajadores. Lejos de ello, este mismo mes toda su plantilla --de algo más de ochenta empleados-- tuvo que encerrarse durante casi dos semanas en las instalaciones de la empresa para exigir el cobro de sueldos atrasados. El encierro finalizó una vez que Caja Extremadura y Sofiex llegaron a un acuerdo por el que la entidad financiera se comprometía a adelantar el dinero necesario para estos pagos a través de créditos a coste 0. En cualquier caso, y a la espera de encontrar un socio con el que pueda reflotarse el negocio, todos sus trabajadores fueron al paro. El grupo inglés Coller es el socio mayoritario de esta empresa en la que la Junta participa a través de Sofiex con un 45% del capital. El 31 de julio, la compañía presentaba una solicitud previa de concurso de acreedores con una deuda reconocida de 8,3 millones de euros, informa Raquel Rodríguez. Su consejero delegado, Manuel Gil Gámir fue en su día apoderado de Lusográfica, otra planta de impresión participada por Sofiex, que echo el cierre este mismo año.

Lusográfica, un caso ´gemelo´ en Olivenza

Igual que sucedió con Monprint, también los trabajadores de Lusográfica protagonizaron un encierro con el fin de defender sus puestos de trabajo. Fue en febrero pasado, después de que la planta de impresión entrase en fase concursal. Esta empresa, que daba trabajo a medio centenar de personas, acabó por echar el cierre. Según datos que facilitó en aquellas fechas la portavoz adjunta del Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura, Cristina Teniente, Lusográfica estaba participada por Sofiex en un 31,2%, lo que suponía una aportación de 2,4 millones. Sin embargo, si se sumaba la deuda concedida a largo plazo --cuatro millones--, la subvención para la formación de trabajadores --138.000 euros-- y los incentivos regionales --3,6 millones de euros--, la aportación de recursos públicos de la Junta de Extremadura ascendía a 6,62 millones. Si además se añadían las aportaciones del Estado a través de incentivos regionales y del ayuntamiento oliventino, la cifra sobrepasaba los trece millones.

Concurso de acreedores en Grupo Herrera

Grupo Herrera es una de las principales referencias empresariales extremeñas en el ámbito de los materiales de construcción. Las tres sociedades que lo conforman --Hecoinsa (participada por Sofiex), Herrera 1 y Calizas y Derivados Herrera-- presentaron el 26 de diciembre del 2008 concurso voluntario de acreedores. En Hecoinsa, desde el inicio de la crisis hasta la actualidad, se han llevado a cabo dos ERE, uno definitivo que ha afectado a 62 trabajadores y otro temporal que incluyó a 90. A día de hoy hay trabajando en la empresa 85 personas. Según detalla este grupo empresarial, con el fin de salir de esta situación, durante el año 2009 se ha desarrollado "una propuesta de convenio, basada en un plan de viabilidad con distintas proyecciones según diferentes escenarios, así como un plan de pagos a los acreedores". Recientemente se ha presentado en el juzgado la propuesta definitiva de convenio, "que cuenta con los apoyos suficientes para ser aprobada", por lo que la previsión es levantar el concurso en las próximas semanas.

´Snacks´ que se van a pique en Miajadas

Declarada oficialmente en concurso de de acreedores en noviembre del año pasado, Snacks Extremadura Alimentación 2004 fabricaba y comercializaba desde Miajadas galletas y snacks salados, entre otros productos. Estaba financiada por el grupo Artesol de Valencia y por Sofiex. Su trayectoria fue fugaz: inició su actividad a inicios del 2006 y en mayo del año siguiente una decena de trabajadores denunciaban a la empresa ante la Guardia Civil ante la imposibilidad de acudir ya a su puesto de trabajo y después de meses sin cobrar la nómina.

Samobeco inició el proceso de liquidación

La disolución y apertura de la fase de liquidación de Procesos Metalúrgicos Samobeco se publicó en el BOE del 22 de junio pasado. Ubicada en Fuente de Cantos, el objeto social de la empresa era la fundición y transformación de metales no férreos, previa recuperación y reciclaje, para la obtención y posterior comercialización de productos y semielaborados de latón. Según se recoge en un informe publicado por Sofiex en el 2006, su capital social era de 1,45 millones de euros, de los que la sociedad pública de inversión poseía un 49%.

Andi, una empresa con capital gallego

Puesta en marcha en el año 2003 con la participación de un grupo empresarial gallego, Andi Elaborados y Transformados centraba su actividad en la fabricación y comercialización de precocinados ultracongelados a partir de productos del mar. Con una inversión inicial de tres millones de euros en instalaciones y maquinaria, la participación de Sofiex en su capital social era del 49%. Tras un procedimiento concursal, a finales del año pasado el BOE hacía público que se abría de oficio la fase de liquidación.

Cerarca, dos ERE en menos de un año

Inaugurada en el 2007 por Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Cerámicas Arco de Cáparra (Cerarca) nació como resultado de la unión de sesenta empresarios del norte cacereño. Este mismo año esta fábrica de ladrillos de Guareña ha solapado dos ERE, que han llevado a extinguir los contratos de la gran mayoría de sus trabajadores.