"Están ocupados con el cierre de cuentas", "el presidente está de viaje" o "no tenemos ningún comentario que hacer". Son las respuestas de las tres industrias tabaqueras con presencia en Extremadura, Cetarsa, WWT-Agroexpansión y Altadis-Imperial Tobacco --respectivamente--, cuando se les pide que aporten su visión sobre lo que está ocurriendo con la contratación de tabaco en la región para esta campaña. El silencio es casi absoluto y sorprende incluso dentro de las propias empresas. Pero sobre todo, ese mutismo contrasta con los mensajes de tranquilidad y optimismo que unas y otras vienen transmitiendo en los últimos meses.

"La compañía, convencida de la continuidad del cultivo en los próximos años, asegura que llevará a cabo el máximo esfuerzo financiero y de precios en la adquisición de tabaco, en lo que es una apuesta más en su contribución a la continuidad del cultivo en Extremadura", reafirmó hace un mes Cetarsa en un comunicado de prensa en el que avisaba de que iba a llevar las negociaciones con los productores y sus clientes con la máxima confidencialidad para evitar dar pistas a sus competidores. "Pero una cosa es que trabajen con reservas, como lo han hecho siempre, y otra que no nos digan nada de nada", lamentan los responsables tabaqueros.

También Manuel Bermejo Sánchez, presidente de Agroexpansión y Worl Wide Tobacco, ha mostrado la disposición de su compañía a acercarse a los precios que apuntan los productores. "Creo que la industria puede asumir ese aumento de precios siempre y cuando se asegure un tabaco de calidad y que se hagan los esfuerzos para que el tabaco y su primera transformación se hagan de manera menos costosa", puntualizó en una entrevista a este diario publicada el pasado 31 de enero.

Desde la Unión Internacional de Tabaqueros (Unitab), Tomás Sánchez Várez no muestra tanta confianza. Sin embargo, espera que las tablas de precios de referencia puedan comenzar a conocerse a partir de mañana jueves, con lo que contarían con unos días para posibles reacciones antes de que el lunes 15 finalice el plazo legal. Pese a ello, en el sector aún persiste el temor de que la industria siga esperando a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en Italia y que se comuniquen los datos de contratación a última hora. Eso les dejaría sin ningún tipo de margen de maniobra.

También con esa fecha, la del jueves, trabajan las administraciones pública. Según ha podido saber este diario, los escasos datos que han transcendido en la Junta de Extremadura sobre las tablas de precios que presentará la industria de primera transformación estarían en la línea de garantizar la continuidad del sector. Otras fuentes aseguran que, en todo momento, la cuantía se situará por encima de los 2,20 euros por kilo, una cifra muy superior al precio medio abonado en la campaña pasada (en torno a 1,30 euros) y acercándose a las exigencias de los tabaqueros, que piden entre 2,70 y 2,90 euros por kilo.

Datos del último año

Pero no solo es relevante el precio. La cantidad de kilos que contrate la industria también será indicativo de si el sector mantiene la confianza en su continuidad. Como referencia, durante la campaña del 2009 se contrataron en España casi 36 millones de kilos entre las variedades Virginia, Burley E y Burley F, y Havana y Kentuchy. La primera es la más popular, con más de 29 millones de kilos, mientras que las dos variedades Burley concentran unos 6,3 millones. Los dos tipos restantes de tabaco producido en España tienen una contratación mucho menor: casi 317.000 kilos en el caso del tabaco Havana y 26.000 de Kentuchy.

La contratación ha ido cayendo progresivamente en la última década. En la campaña del 2000, se contrataron 42 millones de kilos de tabaco en España.