"No soy de aquí, no sé nada". Como si por un grave delito se les preguntara, los vecinos de Granja de Torrehermosa prefieren no hacer declaraciones sobre la fallida candidatura del municipio para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares. El consistorio formuló su solicitud poco antes de que el mes pasado se cerrara el plazo fijado por e Ministerio de Industria que, no obstante, la rechazó por no cumplir requisitos como incluir un acuerdo plenario o identificar los terrenos donde se ubicaría el centro.

Sin embargo, la noticia cayó como una bomba en el municipio -- de unos 2.300 habitantes y uno de los más cercanos de Extremadura, junto con Azuaga, a El Cabril--, donde desde entonces se han sucedido los folletos con críticas y réplicas de los diferentes partidos políticos sobre este tema. Hasta hace tres semanas, los dos concejales del PP gobernaban en coalición con los cuatro de la Plataforma Granjeña, a los que ahora han retirado su apoyo por presentar, sin informarles según los populares, la candidatura del municipio para albergar el ATC.

Así lo explica el portavoz de este partido, Juan Carlos Juidías, que afirma que aún no entiende qué pretendían sus entonces compañeros de gobierno "tomando tan a la ligera un tema tan serio" y "optando a algo así sin cumplir los requisitos". Este diario intentó, sin éxito, contactar con la alcaldesa, Josefa Tejada, para tratar un asunto del que son muchos en el pueblo los que rehúyen hablar.

Es el caso de varios de los clientes del bar Los Amigos que, a preguntas de este diario, declinaron hacer declaraciones sobre este tema afirmando proceder de otras localidades o no estar informados sobre lo ocurrido. "No quiero meterme en líos", se justifica uno. En otros establecimientos, algunos vecinos explican que ha habido mucha polémica por este tema, pero prefieren no dar sus nombres "para no posicionarse".

Dolores González, secretaria de Organización del PSOE local, reconoce que "la gente tiene miedo a hablar", lo que rechaza aunque compara la actuación del gobierno local con una dictadura. Frente a ese modo de actuar, aboga por informar a la población y tratar temas del calado de un almacén de residuos nucleares con "más seriedad". Pero es el silencio lo que por ahora prima en Granja de Torrehermosa.